Las profundidades del Infierno [Serghei, Kalenden, Rejenih]

Parecía que el viejo se había cansado de molestar, porque queria cruzar y le preguntaba a Serghei si podía hacerlo sólo. Bueno, si molestaba, decía que a lo mejor me quitaba la pelotita, pero que le diesen por culo. Lo importante era que Serghei no podía cruzar solo.

-¡Claro que necesita ayuda, viejo tonto!- dije alzando la voz para que me oyera- ¡Si el pobre no puede ni andar bien! ¡Mueve tu arrugado culo y ayudale, joder!

Si era necesario, sacaría al cuerda para inetntar algo, pero no quería arriesgarme a que el viejo me la estropeara, era la única que tenía.

Y al fin y al cabo... si aquel viejo podía resistir esa enorme chapa de metal que llevaba por prenda, seguro que podía cargar con Serghei. Lo cual, ahora que lo pensaba... quería decir que Rejenih era un tipo duro. Es decir, que seguía siendo un viejo inútil y molesto, pero su aguante tenía. Apunté aquel dato en mi memoria para que no se me volviera a olvidar, si las cosas se ponían feas con él, ese aguante podía ser un problema.

Alejé aquel pensamiento de mi cabeza. De momento era un socio, aunque bastante molesto, y aquel aguante me servía para poder usarlo como mulo de carga.

Tirada de Saltar de Rejenih, ayudando a Serghei: 19 dado + 25 base = 44

@ Rejenih y Serghei

Con cierta dificultad y muy despacio conseguisteis cruzar al otro lado. La corriente era leve y por ello no se os llevo, en otras circunstancias abrías caído seguramente, aquello no se os había dado muy bien. Una vez al otro lado os reunisteis con Kalenden.

@ Todos

El grandullón de la cara quemada sacó la Esfera de Búsqueda y observó con atención el camino a seguir. Seguía sin cambiar. El segundo estrato de Gehena os aguardaba y un frío viento decidió daros la bienvenida.

Os adentrasteis de nuevo entre los árboles muertos y la hojarasca del suelo. Pasaron varías horas de caminata entre el silencio y el frío, teníais los nervios de punta y el corazón en un puño. Nada, absolutamente nada con vida se cruzaba en vuestro camino. Ni los pájaros trinaban, ni ningún animal correteaba por allí. Si os quedabais sin comida iba a ser difícil en aquellas tierras.

Ibais inmiscuidos en vuestros propios pensamientos cuando de pronto... ¡Pum!

Un tiro resonó en la espesura y golpeó en el suelo delante de vosotros. Saltasteis hacia atrás instintivamente y desenvainasteis las armas. Mirasteis hacia todos los lados. ¿De donde coño había venido aquello?

La respuesta no tardó en llegar. En una rama, a unos cuantos metros de vosotros, había un hombre agazapado. Iba vestido con ropas de cuero y llevaba una capucha que le ocultaba el rostro. Parecía estar observandos, en su mano una pistola humeaba.

Tras varias horas de dura y tediosa caminata, en la cuál la ausencia total de el concepto conocido como ser vivo se encontrara a nuestro paso, creo que puedo afirmar, sin temor alguno a equivocarme...


¡¿PERO QUÉ COÑO?!

Desenvainé mi estoque y me giré instintivamente hacia el ruido.

Un disparo. De pistola.

Como odiaba a esas condenadas pistolitas... menuda forma más cobarde de combatir.

El hombre estaba en lo alto de una rama de un árbol, como si fuese un mono muy listo o un hombre muy estúpido.

Hablé lo primero que se me pasó por la cabeza, en voz lo bastante baja como para que no lo oyera ese hombre pero si mis acompañantes.

-Quietos. Dudo que alguien capaz de permitirse tener una pistola tenga la poca habilidad como para no dar a ninguno de nosotros por la espalda, viendo desde hace bastante a qué velocidad nos movemos, con una altura ventajosa y teniendo tres blancos a los que impactar. Este disparo es un simple aviso. ¿Vale? Primero intentemos saber que quiere. Si intenta matarnos os aseguro que con una pistola y en lo alto de ese árbol lo tendrá fácil. Vigilad por si hay más en los alrededores.

Podría haber más gente como él escondida en otros árboles o en cualquier parte, así que los busqué intentando no dar muchas señales de movimiento, pero intensivamente

Tirada de Buscar de Rejenih: 30 base + 37 dado= 67 de habilidad final.

Así mismo examiné a ese hombre en busca de pistas de que seria más adecuado decir.

Tirada de Buscar de Rejenih, raza, vestimenta, detalles de la pistola, ropajes(si son típicos de un habitante del bosque o si proviene de fuera), y aspectos determinantes de su calidad de vida como la higiene personal: 30 base+79 dado=109 de habilidad final.

Tirada de Advertir de Rejenih, cualquier otro detalle del hombre de la pistola: 50 base + 10 dado= 60 de habilidad final

@ Rejenih

Nadie más amenazaba desde los árboles o los matorrales cercanos. El desconocido estaba solo, o al menos eso creías.

El tipo no era ni alto ni bajo, estaba fuerte pero delgado. Vestía con un pantalón de cuero bastante nuevo, un peto le cubría el pecho y como abrigo llevaba una larga gabardina bastante decente. La gabardina acababa en una capucha que le ocultaba el rostro y desde aquella distancia no pudiste reconocer ningún rasgo característico.

Pero lo que más llamó tu atención fue su arma. No era un pistola de mecha normal, era parecida pero tenía un tambor y acababa en un mango muy cuidado. El percutor estaba en la parte trasera y no en un lateral como en las pistolas de mecha. Si hubiera sido un arma normal, después del primer disparo debería haber recargado, pero no parecía tener intenciones de ello.

Seguía observando desde la rama, a unos 30 metros de vosotros y a 6 de altura.

Por sus ropas, y al no estar acompañado, no parece un habitante del bosque, eso está claro.. pero... su arma es extraña. ¿Dónde está la mecha? ¿Para que es ese mango? ¿Para no dejar la marca de los dedos en el cuero, o simplemente así se sostiene mejor? Da igual, de todas formas es una simple pijada.

Bah, de todas formas no ha recargado. No hay peligro. Bueno, contra una pistola de poco me va a servir el estoque, así que...

Envainé el estoque y alcé las manos por encima de los hombros en señal de no violencia, pero sin apartarlas mucho de la espalda. Si disparaba esperaba poder sacar el escudo a tiempo, aunque parara por el lado por el que se coge...

-Saludos. Tranquilo, no es necesario recurrir a las armas -esperé a ver si daba signos de entenderme al hablar en latín, y poco después continúe al ver algo parecido a un asentimiento... o a lo mejor casi se estaba cayendo de la rama, yo que sé, el caso es que continúe hablando- sólo estamos buscando a una amiga que se ha perdido por este bosque. Si tiene problemas con que estemos por aquí pronto marcharemos, no se preocupe. ¿De acuerdo? ¿Podemos dejar de lado esto sin más conflictos?

Jeje, mi chantaje había funcionado, los dos me seguían a pesar de lo que habían visto. Aunque habría estado muy bien que Serghei lo hiciera por otro motivo, no decía palabra, así que no tenía ni idea de lo que le pasaba por la cabeza. Bueno, por lo menos él no era el único calladito y el viejo no molestaba. De hecho nada en el bosque molestaba, reinaba el silencio... un silencio de muerte. Y ese viento frío....

Maldito silencio y maldito frío, me ponían de los nervios, así no había quien disfrutase de un viaje tranquilo. Sin embargo hubiera preferido una semana de silencio a aquel maldito ruido repentino.

¡Pum!

-¡JODER!

¿Qué coño había sido aquello? Dios, que susto, no tenía ni zorra de lo que podía haber sido esa explosión, pero... un momento, había un tio encima de un árbol. Posiblemente el que nos seguía.

"Jeje, ¿Esa explosión te ha pillado despreenido a ti también, eh, cabroncete? Voy a bajarte y ya verás qué divertido es cuando Kalenden te descubre siguiéndole"

Sin embargo el viejo habló antés de que puediera mover un pelo de la nariz siquiera.

-Quietos. Dudo que alguien capaz de permitirse tener una pistola tenga la poca habilidad como para no dar a ninguno de nosotros por la espalda, viendo desde hace bastante a qué velocidad nos movemos, con una altura ventajosa y teniendo tres blancos a los que impactar. Este disparo es un simple aviso. ¿Vale? Primero intentemos saber que quiere. Si intenta matarnos os aseguro que con una pistola y en lo alto de ese árbol lo tendrá fácil. Vigilad por si hay más en los alrededores.

"Pi... ¿Piskola? ¿Qué coño es una piskola? ¿Matarnos? ¿Una piskola... es un arma? Ahora que lo pienso ese tipo tiene algo en las manos, y sale humo... Ese tipo ha hecho esto... ¿Con esa cosa? ... Tengo que conseguir una piskola.

Miré alrededor para ver si había algun otro tipejo con una de aquellas "piskolas" o algo peor, ya teniamos suficiente con otro como para que encima fueran más....

Tirada de Buscar de Kalenden: 10 base + 22 dado= 32

Iba a decir algo, pero al aprecer el viejo se adelantó y pronunció un discurso pacifista. la verdad es que eso se lo agradecía. Ese piskolero daba mala espina....

Había tenido que aparcar el tema de prenderle fuego a las cosas sin necesidad de una antorcha por mantener un poco la cohesión del grupo. Pero ellos dos seguían soltando discursos y chorradas como si se tratase de un concurso, por no decir que usaban palabrejas de lo más extrañas. ¿Qué diantres es un podorasta o jerarquías? Por no decir que los dos eran unos blasfemos y unos herejes. Simplemente genial, no solo tenía que cargar con un artefacto de brujería, un brujo con problemas para mantener su piel sin arder y el caballero de brillante armadura, sino que en cuanto se han alejado de la vista de la gente no dudan en blasfemar a los cuatro vientos. A partir de ese momento hice oidos sordos a todo cuanto salía de sus bocas y cruzamos el rio sin comprobar si quiera por la persona o lo que sea que nos estaba observando y que sin duda ya sabe del orbe, del brujo y de que somos lo más ruidoso que ha pasado por Gehena en centurias.

Nos pusimos de nuevo en camino y por fin hubo silencio. No podía creermelo, era como un milagro, por miedo a romper este encantamiento guarde silencio durante lo que parecieron ser horas hasta que un trueno rompio el silencio y un poco de tierra delante nuestra salto por acto reflejo como si se hubiese dado un susto. Kalenden y Rejenih se habían puesto en guardia por lo que los imité suponiendo que sería algún otro tema de brujería que desconozco y que era mejor estar con la guardia en alto. No parecía haber nada ni a la izquierde ni a la derecha, pero un vistazo más riguroso permitio descubrir la figura de un hombre encaramada a un arbol, vestia cuero e iba tapado de forma similar a Kalenden, aunque lo extraño era que llevaba un artefacto metálico en la mano. Rejenih que se había autoproclamado portavoz del grupo por alguna razón que desconocía trato de contactar con el desconocido. Si había entendido bien la situación no me parecía correcto ser nosotros los primeros en hablar. El desconocido había echo el primer acercamiento utilizando ese artefacto y él tenía que ser el primero en poner claro que se proponía. Otra vez estaba en una situación en la que tan solo podía esperar acontecimientos antes de tomar una resolución, este viaje se estaba convirtiendo en algo que una vez terminase preferiría olvidar.

@ Kalenden

Nada en los alrededores, solo árboles muertos y matojos grises.

@ Todos

El desconocido pareció escuchar con atención las palabras de Rejenih, os pareció ver un leve asentimiento de comprensión, pero estaba demasiado lejos como para saberlo a ciencia cierta.
Se irguió en la rama hasta quedar en pie y, sin dejar de apuntaros con su mortífera arma se quitó la capucha lentamente. Visteis un rostro algo mayor, de unos cuarenta años. Sus rasgos eran occidentales y su pelo y ojos marrones, por lo que supusisteis que debía ser un asher. Os observaba con una mezcla de curiosidad y burla.

Mi nombre es Arc dijo, su voz era potente y grave, pero dejaba entrever que se lo estaba pasando bien.



Y os ofrezco una posibilidad de redención. Salid de esta bosque y viviréis, seguid rastreando a la niña y, al caer la noche, seréis mi presa.

Aquellas palabras fueron como un golpe en el estomago, el corazón se os desbocó por completo. La niña, Myrrh, seguía viva y en algún lugar de Gehena. Aquel hombre lo sabía, sabía donde estaba y debía saber donde se escondía Karel. Por lo tanto ¿Karel no actuaba solo? ¿Como coño sabían que habíais entrado en el bosque?

Necesitabais tiempo para poner en orden vuestros pensamientos. Pero Arc no parecía estar dispuesto a daros ni un minuto más.

¿Qué decidís?

El hombre se descubrió, mostrando su aspecto. Parecía un tipo duro, y aparentaba cierta edad. Ni por asomo parecía tan viejo como el viejo, pero posiblemente fuera veterano de alguna tontería. No tenía la apariencia de alguien con el que uno quiere buscarse problemas, y eso sin contar la maldita piskola. Por la manera en como nos miraba parecía estarselo pasando en grande.

"¿Qué te hace gracia, maldito hijo de perra?"

Mi nombre es Arc. Y os ofrezco una posibilidad de redención. Salid de esta bosque y viviréis, seguid rastreando a la niña y, al caer la noche, seréis mi presa.

Tragué saliva. Aquel tipo sabía a lo que habíamos venido, y no parecía estar dispuesto a impedirnoslo. ¿Es que no había suficiente con Karel? ¿Es que no había gente simpática entre los tipos raros y solitarios? Maldita sea, esa piskola de mierda me tenía acojonado, pero lo que pedía aquel mamón era imposible.... Obté por saber un poco más de él, pero sin dar ninguna muestra de sumisión.

"Si las cosas se ponen feas siempre puedo intentar quemar el árbol"

Eh, un momento, amigo. Me parece muy bien que nos digas tu nombre y todo eso, pero no puedes apuntarnos con esa cosa, ordenarnos que dejemos la misión por la que llevamos horas caminando por este bosque de mierda y quedarte tan campante. Te llamas Arc, me parece muy bien, es un nombre muy bonito, pero me sirve igual que si me dices que te llamas Donovan. ¿Qué haces aquí? ¿Qué coño te importa que rastreemos a la niña? ¿Te envía ese pirado medio oriental, verdad?

Si yo estuviera en su lugar y me hablaran así, habría disparado. Esperaba que el tal Arc fuera más... comprensivo.

¿¡Que demonios...!?

Como si no tuvieramos ya bastante con Karel, este condenado bosque, el lobo destrozado y los poderes demoníacos de Kalenden... ahora encima un pistolero quería jugar al rato y al gatón... digo, al gato y al ratón con nosotros si no dejabamos de buscar a... ¿Mir la había llamado Kalenden en el río?

Maldita sea... sólo me queda esperar que sea un mercenario o algo así contratado por Karel, de otra forma dudo que tenga nada con lo que convencerle de que nos deje tranquilos...

Intenté ganar tiempo para pensar con palabras de relleno, aunque manteniendo el mismo tono solemne y de interés que tenía antes.

Kalenden no hablaba de forma muy sensata teniendo en cuenta la situación...quité importancia a sus palabras con un gesto
.
-No haga caso a las maneras de Kalenden, es bastante irritable. Bueno... tus palabras son como mínimo... desconcertantes, Arc. ¿Qué tiene en contra de una pobre niña como para comportarte así? Nosotros no planeamos problemas para nadie.

Pero si este hombre sabe tanto de nuestra misión como para intentar evitarla y saber que "nuestra amiga perdida en el bosque" es una niña, seguro que tiene información importante. Me gustaría tenerle contra la espada y la pared(el estoque y el árbol, en este caso) para sonsacarselo todo.

Pero ahora está armado y colocado de forma insuperable... y probablemente, en el futuro encuentro nocturno también. Creo que el único con un arco era Serghei, y sin le ve apuntar si quiera le volará la cabeza.

No hay forma de alcanzarle por sorpresa para que no dispare, salvo...

Maldita sea.

Kalenden.

¿Que intenta decirme el destino con esta burla?

Arc apuntó con su pistola a Kalenden, entre ceja y ceja. Por un momento la tensión pudo con el grandullón y el hacha comenzó a escurriese de sus manos. Se prepara para incinerar a aquel tipo si hacia falta. Pero el pistolero solo sonrió.

A Karel le gustara esa descripción de si mismo tras sus palabras Arc comenzó a reír despreocupadamente. Como si fuerais amigos de toda la vida. En fin... comenzó de nuevo mientras se retiraba algunas lágrimas de sus ojos. Luego escuchó las palabras de Rejenih y para vuestra sorpresa comenzó a reirse aún más. Aquello empezó a molestaros bastante.

...No tengo nada en contra de una niña. Tampoco tengo nada contra vosotros, por eso os digo que deis la vuelta, es lo más seguro. Creedme, no queréis estar inmiscuidos en esto.

Por primera vez desde que había empezado a hablar su voz parecía sería y sincera. Tras aquellas enigmáticas palabras Arc se dejo caer y cayó con elegancia al suelo, su gabardina ondeó por el viento y su pelo se revolvió.
De forma altiva se levantó y os dedicó una última mirada.

Marchaos, o esta noche os arrepentiréis.

El pistolero comenzó a recular sin dejar de apuntaros con su arma. Desaparecería entre los árboles en unos segundos.

Aquello era más absurdo que algo muy absurdo. Su risa resultaba tan desquiciante como la retahíla victoriosa de un gran enemigo. En el momento en el que se bajó del árbol, lo noté como una señal inequívoca de que iba a irse dentro de poco.

Que remedio...

Le dí un leve codazo a Kalenden.

-Si se va...-susurré, dejando el resto al aire a la espera de que fuese lo bastante inteligente como para entenderlo-

Porque en esta situación sus poderes son la única solución... lo cual no termino de entender. ¿Es una señal de que sus poderes no son necesariamente una emanación de mal, a pesar de quien los portaba? Se había dado el caso de que un poder maligno en buenas manos hacía maravillas... ¿Puede ocurrir lo contrario?

Ahora lo único que podía hacer era intentar retenerle... hablé atropelladamente.

-¡Espera, Arc! ¡Lo único que queremos es ayudar a Mir! ¿Por qué haces esto? ¿Porque quieres detener nuestra búsqueda? ¿En que dices que vamos a inmiscuirnos? Tiene que haber un error...

Si seguía marchándose... sabía que era de risa fácil, así que supongo que decir algo absurdo lo retendría el tiempo suficiente para que...

Maldita sea, el tio se iba, y el maldito seguía sin responder a mis preguntas, maldito hijo de perra... No podíamos dejar la busqueda, pero con aquel tipo y su pistola sueltos no ibamos a pasar de esta noche. Un leve codazo de Rejenih me distrajo de esos pensamientos.

"¿Qué quieres ahora viejo? Espera... oh mierda... ¿Porque yo?"

Estaba segúrisimo de que lo del lobo lo había dejado con la boquita abierta y ahora quería que hiciera lo propio para chamuscar a ese cabrón.

"Mis poderes dejan de ser un don del diablo cuando pueden salvarte el pellejo, eh maldito viejo?"

Pero había que hacer algo y, dentro de todas las cosas que podían hacerse, aquella era la única que me aprecía que nos daba unas mínimas posibilidades de sobrevivir. Pero no iba a cagar yo con las culpas si ese tipejo disparaba con aquello en su último aliento. Bueno, allá iba. Aprobeché que Rejenih miraba de distraerlo para concentrarme unos instantes, mientras buscaba un objetivo. El pelo. Sí, aquel tipo llevaba el pelo bastante alrgo, iba a ser una pira excelente.

Me apliqué al máximo, aquello podía ser questión de vida o muerte...

Concentro lo que tarda Rejenih en hablar y Arc en responder (asumo que un asalto, si no háganse las modificaciones pertinentes). Gasto 2 CV, uno en potencial y otro en proyección.

Tirada de Potencial para "Crear fuego" en el pelo de Arc: 40 base + 91 dado + 60 abierta + 10 Concentración +10 CV = 211 (Absurdo: 10 intensidades) + Desequilibrio Psíquico = 240 (Casi Imposible: 13 intensidades).

Tirada de Proyección: 60 base + 22 dado +10 CV = 92

Esperaba haberlo hecho bien, aunque quizás me había emocionado demasiado y en vez de una llama le salía una llamarada en el pelo a ese hombre. Ahora sólo quedaba escaquearse de las culpas por si aquel hijo de perra le disparaba a alguien antes de morir churruscado. Iba a ser fácil.

Miré a Rehenih, poniendo cara de muy sorprendido y le dije, gritando y alzando las manos.

-¡Rejenih, no!

¡¡Brooom!! Una llamarada gigantesca estalló en la cabeza de Arc, todo pasó demasiado rápido. Tuvisteis que taparos los ojos por la intensidad de aquellas llamas abrasadoras que, de nuevo, habían salido de la nada.

Solo oísteis un grito de dolor en mitad de la explosión y otro grito acusador.

¡Rejenih, no!

Sin más tiempo para pensar asisteis vuestras armas con fuerza y os preparasteis para la arremetida contraría. Pudisteis ver que el algunos matojos estaban ardiendo con poca intensidad y que los árboles permanecían quietos y en silencio.

Vuestros músculos se tensionaron y vuestros corazones se desbocaron en el interior del pecho. Luchaban con fuerza por saltar fuera. Aquel hombre podría estar en cualquier parte, agazapado, apuntadoos entre ceja y ceja. Con solo apretar el gatillo estaríais muertos.

1...

2...

3...

No paso nada.

Tirada de advertir de Kalenden: 67 dado + 10 base = 77
Tirada de advertir Rejenih: 06 dado + 50 base = 56
Tirada de advertir de Shergei: 29 dado + 55 base = 84

El más absoluto silencio se había adueñado de la maleza de nuevo. Arc había desaparecido por completo, como si nunca hubiera estado allí. Viendo la hojas secas que ardían donde hace poco había estado pensasteis lo peor...o lo mejor. ¿Se habría volatilizado? Algo os decía que no, algo en vuestro interior seguía intranquilo, sabía que aquella afrenta no iba a ser perdonada.

@ Rejenih

Lo habías oído perfectamente. La mentira había acudido a los labios de Kalenden y peor aún, para acusarte a ti de aquel encantamiento de fuego. Si el tipo de la pistola hubiera podido reaccionar probablemente te habría disparado por culpa de la acusación de tu "compañero". La rabia hirvió en tu sangre. Tus manos se apretaron con fuerza en torno al estoque.

La brujería solo traía mentira y sufrimiento. No había otra forma de verlo.

Sonreí, le había dado su merecido a ese maldito bellaco, con aquella explosión seguro que lo había dejado más feo que yo. Estaba un poco intranquilo porque posiblemente seguía vivo y si regresaba estaría cabreadísimo. Pero, si tenía los huevos suficientemente duros como para volver... tenía asegurada una cabeza de turco.

Seguro que aquello no le hacía ninguna gracia al viejo, pero había jurado que me vengaría de sus ofensas. Y aquella había sido una manera excelente.

Le miré. Parecía apunto de estallar, estaba cabreadísimo y parecía que iba a sacar el estoque. Sonreí más, aquello me ponía de buen humor.

-Deuda saldada, viejecito -le dije aún con una sonrisa burlona en mi rostro- Ya has pagado, ahora te puedo perdonar un poco todas esas cosas tan feas que has dicho.

Sin embargo no era tonto y sabía que un tipo agarrando un arma podía traer problemas. Suerte que no había guardado el hacha desde el disparo.

Todo ocurrió muy rápido. En las novelas de entretenimiento hay muchas paparruchas sobre "el tiempo pareció detenerse" o "ese instante se le hizo horas a Pepito".

Todo mentiras.

Antes de que Arc abriera si quiera la boca(si es que iba a abrirla) estalló en llamas. Por suerte, no quemó más que unos matorrales, si llega a alcanzar las ramas alguien habría tenido que apagarlo... alguien. Arc no había contestado a mis preguntas, podría haber resultado no ser tan enemigo como creía... ahora era imposible negociar con él, en el caso de que haya sobrevivido. ¿Es que Kalenden no tenía dos dedos de frente para esperar por si contestaba? Espera...Kalenden...

¡Kalenden!

En ese momento, Kalenden estaba regodeanse con sus mentiras, Serghei, que además de herido supongo que no estaba tan aconstumbrado a estas cosas seguía sin mediar palabra, y yo...

¡Kalenden!

Tú...

¡Estaba claro porque los poderes de Kalenden iban a salvarnos el pellejo! ¡No era para demostrarme que podía ser un buen poder en malas manos! Era demostrarme de lo que ese hombre era capaz... ¡Arc era la señal! ¡La señal de que este no es ni de lejos una excepción, que su alma es un nido de maldad y mentiras! No puedo consentirlo... ¡Alguien así jamás buscaría a la niña por los motivos que profesaba! Había mentido una vez, y eso indicaba que era capaz de haberlo hecho muchas más veces.

Kalenden...

-Deuda saldada, viejecito Ya has pagado, ahora te puedo perdonar un poco todas esas cosas tan feas que has dicho.

¿¡Y AÚN ASÍ CREE HABER HECHO ALGO JUSTO!?

Desenvainé mi estoque. Iba a asegurarme de que recibiera la humillación que merecía antes de su final. Sabía que tenía su hacha, pero no me importaba. Por muy fuerte que fuera no podría moverla dos centímetros antes de ser trinchado como un pavo.


Inicio combate contra Kalenden armado únicamente con el estoque y el peto(yelmo creo que al final me dijisteis que no lo llevaba xD)

El viejo desenvainó el estoque. No estaba cabreado, estaba iracundo, y se dirigía a mí con ganas de partir caras. Mi sonrisa desapareció un rato, aquello iba a ponerse feo.

Maldita sea, sabía que no lo comprendería... Bueno, esta es al excusa perfecta para enseñarle quien manda. Y ni siquiera será culpa mía.

Me puse en situación de combate, pies separados pero uno delante de otro, puesto en lateral para exponer la menor parte de cuerpo al adversario y para favorecer el impulso de mis golpes. Esas cosas que se aprenden en nada cuando decides que vas a usar en serio un arma, más que suficientes.

Con aquella ñoñeria de espada uno tenía que ir a la velocidad de un jinete al galope, no parecía pesar mucho. Eso habría sido una desventaja para mí en un combate normal, pero me enfrentaba a un viejo. De bien seguro que sus reflejos ya no eran lo que fueron. Y si no el fuego siempre estaba de mi parte, aunque posiblemente no sería lo mismo desde el esfuerzo que había hecho para chamuscar a Arc.

-¿Eso es lo que quieres viejo? Muy bien, tu lo has querido. -la sonrisa volvió a mis labios, estaba bastante seguro de mi mismo. Me puse la capucha, ya estaba listo. Pero te advierto que los Goldorianos en las peleas serias no usamos esa mariconada de la primera sangre. Y yo siempre voy en serio...

Para sorpresa de los allí presentes, Rejenih, se movió a una velocidad impropia de su edad y con una soltura que ya querían muchos guerreros para si. Blandía aquel estoque como si de una pluma se tratase.
Entonces comenzó su ataque. Kalenden no pudo reaccionar a tiempo, la punta de aquella afilada arma intentaba traspasar tus defensas con mortal eficacia. Retrocediste unos pasos tratando de recomponer tu defensa que se desmoronaba por momentos. Pero aquel luchador experto no te iba a dejar descanso.

Vuestras armas impactaron con fuerza, y para sorpresa de Kaleden y Serghei, fue el hacha la que retrocedió. Rejenih aprovechó la oportunidad. El estoque traspasó el riñón derecho de su enemigo y salió por la espalda. La herida fue limpia y precisa. A continuación el viejo extrajo de un tirón su arma manchando el suelo de sangre y comenzó a hablar regodeándose.

-¿De qué te sirven tus mentiras ahora? ¿De qué te sirve tu brujería ahora? ¿De que te sirve tu maldad ahora, hijo del diablo? ¡Tus engaños han caído ante el poder de la justicia? ¿Entiendes ahora? Esto que ha ocurrido porque siempre, siempre, el mal acaba cayendo ante mis habilidades. ¡No dudo de que mentías cuando dijiste que apreciabas lo más mínimo esta misión! Por eso no querías acabar con Karel... Pero por si acaso aún te importa lo más mínimo... que sepas, que aunque tú mueras, ya has sufrido en tus propias carnes que podré derrotar a Karel y al que se interponga en mi camino para salvar a Mir.

@ Kalenden

Estabas encorvado sujetandote gracias a tu enorme hacha. Aquella herida había sido peor de lo que esperabas. Un dolor intensó te atenazaba el costado y no te dejaba respirar bien. La rabia y la ira comenzaron a bullir en tu interior, ni siquiera escuchaste las palabras del viejo chiflado, ni habrías podido aunque hubieses querido. Todos tus sentidos se habían embotado, sentías como si tu cuerpo fuera a estallar...

@ Todos

¡¡¡¡¡HIJO DE PUTA!!!!!

Kalenden se alzó habiendo recuperado el aliento, su mirada estaba llena de odio y desesperación. Rejenih se preparó dejando de lado su discurso. Sabía lo que venía a continuación.

La realidad se desdobló durante unos segundos en torno a la cabeza de Rejenih. Y de pronto, aquellas formas estallaron en un cumulo de fuego devastador.

@ Rejenih

A pesar de intentar esquivarlo por todos los medios el fuego había logrado rozarte. Por suerte no era más que una leve quemadura en la mejilla, pero ese cabrón había logrado impactarte a pesar de luchar de pena, como habías podido comprobar.

@ Todos

Por un momento todo quedo en silencio. Comenzasteis a trazar un círculo, el uno frente al otro, preparados para cualquier movimiento del rival. Preparados para atacar y acabar con aquello de una vez.

Entonces habló Serghei.

¡¡¡PERO QUEREIS PARAR!!! Estamos en el lugar más peligroso de Gaia y según "ese" Señaló en la dirección por la que se "esfumó" Arc esto se va a empeorar y a vosotros no se os ocurre otra cosa nada más que heriros para llenar el ambiente de olor a sangre y para estar impedidos en caso de que necesitemos defendernos.

Por un momento pensasteis en sus palabras. Desde luego era el más sensato de los tres. Pero no hubo mucho tiempo para divagaciones internas, algo estaba alterando el silencio de Gehena.

Era una respiración fuerte y profunda, como la de un animal grande. Aquel sonido no venía de lejos, como mucho estaría a diez metro. Pero no veíais nada más que árboles y hojarasca.

Pum, pum

¿Un corazón?

Pum, pum

Un leve sonido de golpes acompasaba la respiración. Era como un enorme corazón latiendo...

No me extrañaba que Karel hubiera derrotado a Kalenden... un guardia de Abel lo habría hecho mucho mejor. Ni si quiera sabía manejar un hacha de su tamaño como es debido, se defendía con ella como si fuese un escudo... pero en fin.

Una vez derrumbado, empecé a hablarle con la simple intención de que fuera consciente de sus errores antes de morir. Que pereciera sin ni si quiera la sensación de haber hecho lo correcto, o con unas creencias estructuradas. Era lo que merecía. Pero antes de que terminara de hablarle, antes de responder siquiera, se levantó insultando. Sabía lo que venía a continuación, pero al parecer controlaba sus poderes lo bastante bien como para centrarse en mi cabeza, controlar el movimiento del fuego después de creado, o lo que fuera que hiciese.

En aquella situación no me importaba, pero hoy me impresiona que la ira por la maldad de Kalenden siguiera siendo más importante para mí que la quemadura... que por cierto, por mucho que la hubiera resistido sin inmutarme a penas, dolía lo suyo. Después de todo era una quemadura. Pero aún así...

Me preparé para la acometida final. Cada segundo en el que ese tipo siguiese vivo era un peligro.

Entonces Serghei habló.

-¡¡¡PERO QUEREIS PARAR!!! Estamos en el lugar más peligroso de Gaia y según "ese" Señaló en la dirección por la que se "esfumó" Arc esto se va a empeorar y a vosotros no se os ocurre otra cosa nada más que heriros para llenar el ambiente de olor a sangre y para estar impedidos en caso de que necesitemos defendernos.


Sin dejar de mirar a Kalenden, constesté a sus palabras.

-¿De veras quieres tener como aliado a una rata así? ¿Un parásito? ¿Cómo sabes que no es un aliado de Karel, o simplemente si te conviene estar aliado con él? ¡Tu has visto como es con tus propios ojos igual que yo...

Entonces tuve que callarme.

Ruido. Mucho ruido.

Árboles y hojarasca demolidos ante el paso de esa criatura.

Un corazón, grande, su latido sonaba más alto de como yo escuchaba el mío.

-¿Qué demonios?

Miré por todos los árboles, por los arbustos, me di la vuelta, intenté localizar de donde provenía el sonido. Por la reciente aparición de Arc hasta registré las copas de los árboles.

Tirada de Buscar de Rejenih: 30 base + 76 dado= 106 de habilidad final.

Aquella maldita herida seguía doliendo. Dios, cómo dolía, con aquella mierda apenas le había podido chamuscar un poco la cara al viejo.

-¡¡¡PERO QUEREIS PARAR!!! Estamos en el lugar más peligroso de Gaia y según "ese" esto se va a empeorar y a vosotros no se os ocurre otra cosa nada más que heriros para llenar el ambiente de olor a sangre y para estar impedidos en caso de que necesitemos defendernos.

-¿De veras quieres tener como aliado a una rata así? ¿Un parásito? ¿Cómo sabes que no es un aliado de Karel, o simplemente si te conviene estar aliado con él? ¡Tu has visto como es con tus propios ojos igual que yo...

Y encima Serghei nos echaba las culpas a partes iguales. Y el viejo seguía llamándome rata y traidor... Arranqué un trozo de mi capa y me lo até por la cintura bien fuerte. No sabía si iba a servir de algo, pero con un poco de suerte evitaría que me desangrara por ese maldito agujero.

-¿Rata? ¿Traidor? No he sido... ¡Argh! -aquella mierda seguía doliendo, joder si dolía, dolía más que la herida que me había hecho Karel- Que yo sepa en ningún momento me he abalanzado contra tí armado ni te he atravesado de lado a lado. Ni tan... urgh... ni siquiera creía que fueras a ir en serio, joder -y era verdad, en ningún momento me había tomado en serio aquello, aunque fuera por menospreciar la habilidad del viejo- Todo lo he hecho en defensa propia. En cambio a ti la ira te hace lesionar a tus compañeros, eres un miembro peligroso para este grupo y...

Un momento. ¿Qué era aquello? Una respiración y un corazón latiendo, parecían. No se veía nada, pero tenía que encontrarlo. No podía permitirme ser cogido por sorpresa en mi estado.

Tirada de Buscar de Kalenden: 10 base + 82 dado= 92

Oh, mierda, como lo sean, si se oye desde aquí el puto bicho que haga ese ruido tiene que ser enorme. Maldito viejo... como sea algo peligroso y me pille aquí muriendome de dolor te voy a despedazar aunque tenga que volver como fantasma...

Parecía que mis palabras habían tenido un mínimo efecto, uno ahora en lugar de intentar ensartar como una brocheta a Kalenden por lo menos trataba de discutir conmigo, la brocheta en potencia ponía escusas que no se creería nadie, por lo menos parecía que por ahora habían acabado aunque otra escena peor estaba por comenzar. Un sonido que recordaba a una respiración fuerte y profunda baño el lugar. Pero el sonido era demasiado potente para ser de un hombre, era el de una bestia, algún mito de Gehena nos quería para la cena y no se encontraba lejos.

En estos momentos me entró la compulsión de buscar algún refugio y esperar a que la pesadilla pasase, pero mi mente habló más fuerte que mi corazón instándome a mantenerme junto al resto, diciéndome que juntos al menos tendríamos alguna posibilidad de pasar este obstáculo. Esperaba no equivocarme.

Os sugiero que juntemos las espaldas pues para buscar refugio llegamos tarde. Si os apetece mataros hacedlo una vez hayamos salido de este lugar del diablo.

Busco entre la espesura sin saber muy bien qué, pero seguro de que tendrá dientes y mala leche para repartir sin mucha esperanza de haber sufrido una enorme equivocación.


Tirada de Buscar de Serghei: 45 base + 51 dado= 96

En ese momento pensé que si algo era tan grande como para hacer ese ruido seguramente pincharle con el estoque no daría muy buen resultado. Envainé el estoque y saque de mi espalda el escudo, que coloqué en la mano izquierda, y de la bolsa la espada bastarda, que blandí a una mano, con la derecha, sosteniendola alto para parar lo que fuese que pudiera venir aquí. Todo esto mientras murmuraba.

-Sea lo que sea esa cosa, yo soy el único en condiciones ahora para pararla... ya hablaremos más tarde... Serghei... Kalenden...

Me coloqué frente a ellos, extendiendo los brazos, intentando cubrirlos todo lo posible pero a una distancia media, para no caerles encima en caso de recibir un buen golpe o algo así.

Todos buscasteis frenéticamente por los alrededores, en las copas de los árboles y entre los troncos, entre los matorrales y los matojos. Pero nada. No había manera de ver que es lo que provocaba aquel infernal sonido. Aquello os extrañó sobremanera, para escuchar así el latido de un corazón la criatura debía ser enorme. ¿Qué demonios estaba pasando?

Los tres os colocasteis espalda contra espalda siguiendo las indicaciones de Serghei, era lo más sensato que podía hacerse, eso o huir, pero, al menos, dos miembros del grupo no estaban por la labor de salir corriendo.

Pum pum, pum pum

El latido volvió a calar en vuestros oídos. Venía de todas partes y de ninguna, era imposible localizar de donde venía el ruido. Aquello os estaba poniendo nerviosos de verdad. La presión comenzó a colmar vuestros pechos, un sudor frío bajaba por vuestra espalda. El Bosque de Gehena estaba a punto de mostrarse en toda su horripilante gloría y vosotros ibais a ser la presa.

Pum pum, pum pum

De nuevo el latido, totalmente rítmico y acompasado, no como el vuestro que se había desbocado.

Y entonces el ruido paró. La respiración desapareció de pronto y el latido se esfumó como si nunca hubiera estado allí.

Una risa ocupó su lugar. Era una risa aguda y joven, sonaba como si alguien se lo estuviera pasando muy bien.

Espero que hayáis disfrutado del espectáculo dijo una voz aguda. Sayonara

La última palabra la pronunció en un extraño lenguaje que solo uno de vosotros conocía. Rejenih puedo entender que la voz del un chica acababa de despedirse en Yamato.

No entendía nada. Por un momento temí que fuera una criatura subterránea, como un topo gigantesco, pero ni si quiera oía la tierra al ser excavada por una criatura de ese tipo.

Seguí preocupado por que no hubiera resquicios en mi defensa contra esa cosa, pero no creía que tuviera intenciones violentas ya... si quisiera arrollarnos o algo ya lo habría hecho en ese momento.

Pum pum, pum pum...

Es como sí... el propio bosque fuese un ser vivo cuyo corazón latiera... no, no, eso no tiene sentido.

Y entonces una risa. De una chica, una risa joven, aguda.

Espero que hayáis disfrutado del espectáculo. Sayonara

¡Ha hablado en Yamato! Se despide, significa que se va... piensa... puedo retenerla llamando su atención, conozco su idioma, al menos podría despertar su interés para saber que puñetas había pasado.

Otros hacen la pijada esa de poner lo que se decía en el idioma que no es latín y aclarar después entre paréntesis, notas al pie de página o lo que fuera que se estaba diciendo. Yo no.

Hablé en yamato, tan rápido como pude. Lo cual no era mucho... después de todo llevaba mucho años sin tener que hablarlo fluidamente más que en ocasiones puntuales.

-¡Espérá! -mierda, con las prisas creo que he acentuado mal. Respira... relajate...- Espera. Por... favor. ¿Tú... hiciste esto? ¿Porqué?

Me adelante un par de pasos, bajando las armas sin darme cuenta, aunque la verdad es que en esa situación era lo correcto, sonaba como una simple persona.

Maldita sea, lo que faltaba. Aquella cosa se acercaba, estaba encima de nosotros. Parecía como si el puto bosque entero fuera a comernos o algo así... Y entonces el latido paró. Paró para convertirse en una risa. Algo se reía de nosotros.

¿Qué coño? ¿Se ríe de nosotros? Esto empieza a ser deprimente...

Espero que hayáis disfrutado del espectáculo. Sayonara.

"Espera... primero se ríe y ahora habla pero... ¿De dónde coño sale esa voz? ¿Qué mierdas es eso último que ha dicho?"

Y esa maldita herida seguía doliendo. Aquello daba asco, maldita sea, pero no estaba en condiciones de ser imprudente. Si quién hablaba se ponía violento tenía todos los numeros de salir muy mal parado, teniendo en cuenta mi estado.

-Un... un momento. ¿Quién eres? ¿De qué hablas? No tengo ni idea de qué es eso de Sayonara pero te aseguro de que si es el nombre de algo o alguien no tenemos nada que ver. No... ¡argh! No tenemos nada en contra de ti, no sabemos quién eres. ¿Qué... qué quieres de nosotros, a qué has venido?

Responde, maldita cosa. Sal de tu escondrijo y déjate de juegos, me cago en todo.

El viejo también había hablado, pero lo había hecho en otro idioma. No me fiaba lo suficiente como para confiar que hubiera dicho lo correcto. Aquella voz había hablado en latín, por lo menos un poco, así que le había respondido en latín.