Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
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Re: Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
Demasiado fácil...
La verdad es que no entendía como en con todas mis energías era incapaz de dejarles como es debido, y luego en un intento de seguir el combate hasta que cometieran un error les... destrozo, simplemente. Tanto que... probablemente sangren mucho, más de lo que deberían... podrían sufrir una amputación o incluso un desangramiento hasta la muerte... y no. Eran simples guardas, que sólo hacían su trabajo... simplemente, personas del montón, engañadas por Leopold... No puedo dejarles así.
Busque entre mis ropas, entre la comida... podría arrancar un girón de ropa y usarlo como vendas, tras limpiarlo con agua o algo así. No era tan bueno como el material de un médico de verdad, pero... era mejor que nada. Intenté que no se infectase buscando lo más limpio posible. Únicamente dejé de lado mi ropa de abrigo, pues no quería gastarla cuando la normal serviría igual para lo mismo.
Control de Medicina de Rejenih, Guardia 1: 15 base + 39 dado= 54 de habilidad final.
Control de Medicina de Rejenih, Guardia 2: 15 base + 57 dado= 72 de habilidad final.
Ambos por el penalizador pertinente por no ser tratados con elementos puramente médicos, pero supongo que reducidos por la buena imitación de estos. Si intentan resitirse, simplemente cojo sus manos y les murmuro algo sobre que voy a ayudarles.
Mientas intentaba curarles, sin distraer mi atención, le dije en voz lo bastante alta a Edgar como para que me oyese.
-Esa Emma podría ser una ilusión de Leopold, Edgar. Llevatela, pero en cuanto despierte preguntale lo que quieras que sólo tú y ella deberíais saber. Si quieres dale algo de agua o comida-señale a mi saco, al bolsillo para la comida y la bebida, concretamente a una cantilplora con agua- coge la que quieras para que despierte.
En cuanto terminara con los guardas atendería a Costantine, lo más rápido que pudiera.
La verdad es que no entendía como en con todas mis energías era incapaz de dejarles como es debido, y luego en un intento de seguir el combate hasta que cometieran un error les... destrozo, simplemente. Tanto que... probablemente sangren mucho, más de lo que deberían... podrían sufrir una amputación o incluso un desangramiento hasta la muerte... y no. Eran simples guardas, que sólo hacían su trabajo... simplemente, personas del montón, engañadas por Leopold... No puedo dejarles así.
Busque entre mis ropas, entre la comida... podría arrancar un girón de ropa y usarlo como vendas, tras limpiarlo con agua o algo así. No era tan bueno como el material de un médico de verdad, pero... era mejor que nada. Intenté que no se infectase buscando lo más limpio posible. Únicamente dejé de lado mi ropa de abrigo, pues no quería gastarla cuando la normal serviría igual para lo mismo.
Control de Medicina de Rejenih, Guardia 1: 15 base + 39 dado= 54 de habilidad final.
Control de Medicina de Rejenih, Guardia 2: 15 base + 57 dado= 72 de habilidad final.
Ambos por el penalizador pertinente por no ser tratados con elementos puramente médicos, pero supongo que reducidos por la buena imitación de estos. Si intentan resitirse, simplemente cojo sus manos y les murmuro algo sobre que voy a ayudarles.
Mientas intentaba curarles, sin distraer mi atención, le dije en voz lo bastante alta a Edgar como para que me oyese.
-Esa Emma podría ser una ilusión de Leopold, Edgar. Llevatela, pero en cuanto despierte preguntale lo que quieras que sólo tú y ella deberíais saber. Si quieres dale algo de agua o comida-señale a mi saco, al bolsillo para la comida y la bebida, concretamente a una cantilplora con agua- coge la que quieras para que despierte.
En cuanto terminara con los guardas atendería a Costantine, lo más rápido que pudiera.
Re: Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
Las curas eran bastante torpes e improvisadas, nada del otro mundo, tampoco es que tú fueras un médico experto y la situación no era la más propicia para concentrarse. Eso por no hablar de que los guardias no estaban en disposición de que te acercaras demasiado a ellos, aunque uno de ellos se desmayó a los pocos segundos de caer al suelo.
Terminaste la torpes curas y hablaste son Edgar. El padre de los Enervith parecía demasiado absorto como para escucharte debidamente. Solo se preocupaba por el bienestar de su hija. La había depositado en el suelo e intentaba hablarle en susurros que no alcanzaste a entender.
Pero tus palabras no cayeron en saco roto. Una voz apagada te contestó desde el fondo de la iglesia.
No es una ilusión, es la verdadera. En caso de enfrentamiento debía eliminarla ante los propios ojos de Edgar. Es ella.
Terminaste la torpes curas y hablaste son Edgar. El padre de los Enervith parecía demasiado absorto como para escucharte debidamente. Solo se preocupaba por el bienestar de su hija. La había depositado en el suelo e intentaba hablarle en susurros que no alcanzaste a entender.
Pero tus palabras no cayeron en saco roto. Una voz apagada te contestó desde el fondo de la iglesia.
No es una ilusión, es la verdadera. En caso de enfrentamiento debía eliminarla ante los propios ojos de Edgar. Es ella.
Re: Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
Me preocupaban los guardias. Pero supongo que con eso tendría suficiente para el tiempo que tardara en hablar con Constantine.... recé a un Dios en el que no creía por ello. Luego recordé los otros dos guardas... probablemente darían la voz de alarma al ver a sus compañeros as, y hechos llamaran a un médico en condiciones.
Mira, esperaré a los otros dos en la puerta trasera de la igleisa, y cuando les vea llegar gritaré SOCORRO, MÉDICO o algo así (he visto a personas más débiles salir de situaciones peores, aunque no muchas) y entonces saldría corriendo con Emma y Edgar.... y a ser posible...Constantine.
Entonces me levanté del todo. Efundé mis armas y guardé todo en mi saco, que dejé a mano de Edgar por si quería ayudar a su hija con comida y bebida, tenía pinta de que desde que la capturaron la habían matado de hambre. Con el estoque envainado, mis armaduras y mi escudo a la espalda, pero esta vez sin intentar nada en contra de él, si no simplemente, a paso lento, pacífico...
El pequeño seguía llorando, ahí tirado. Por un momento me
Mis pensamientos fueron prácticamente calcados a mis palabras en esos momentos, así que no los mencionaré aparte.
-Constantine. No estás obligado a contestar lo que te diga, pero si lo haces te pido sinceridad. Si esto te parece demasiado difícil o ofensivo... como para hablar de ello... puedes mandarme callar.
Si en cualquier momento lo hace a partir de ahí no he dicho nada DJ xD
Le miré fijamente, cansando, preocupado. Sentía algo parecido a lo que me llevó a intentar vendar las heridas de los guardas... pero en este caso, podría tratarse de una herida más grave, dentro del alma.
Lo único que quiero es ayudarte, ¿Vale? Ayudarte a ser feliz, a sentirte mejor. Sé por lo que estás pasando. Sé lo que es tener que sufrir por estar obligado adoptar una indentidad que no es la tuya. Sé lo que es vivir en uan mentira. Sé lo que es querer y confiar en alguien que no hace que provocar tu sufrimiento... pero aún así, puede que ese no sea tu problema. Lo único que quiero saber es...¿Qué sientes por tu padre? ¿De verdad lo quieres tanto como para... aceptar matar a Emma, que sabes que es inocente, en caso de que alguien intentara rescatarla? Constantine, Leopold sigue siendo una persona. No creo que si fuese cualquier otro... no harías estas cosas por él. ¿Es así? ¿Puedo partir de eso?
Suspiré.
-Tú tienes los mismos derechos que cualquier ser humano. No debes dejarte...manipular... y usar por nadie, menos aún alguien tan cruel. ¿Qué fue de tu madre?
Mira, esperaré a los otros dos en la puerta trasera de la igleisa, y cuando les vea llegar gritaré SOCORRO, MÉDICO o algo así (he visto a personas más débiles salir de situaciones peores, aunque no muchas) y entonces saldría corriendo con Emma y Edgar.... y a ser posible...Constantine.
Entonces me levanté del todo. Efundé mis armas y guardé todo en mi saco, que dejé a mano de Edgar por si quería ayudar a su hija con comida y bebida, tenía pinta de que desde que la capturaron la habían matado de hambre. Con el estoque envainado, mis armaduras y mi escudo a la espalda, pero esta vez sin intentar nada en contra de él, si no simplemente, a paso lento, pacífico...
El pequeño seguía llorando, ahí tirado. Por un momento me
Mis pensamientos fueron prácticamente calcados a mis palabras en esos momentos, así que no los mencionaré aparte.
-Constantine. No estás obligado a contestar lo que te diga, pero si lo haces te pido sinceridad. Si esto te parece demasiado difícil o ofensivo... como para hablar de ello... puedes mandarme callar.
Si en cualquier momento lo hace a partir de ahí no he dicho nada DJ xD
Le miré fijamente, cansando, preocupado. Sentía algo parecido a lo que me llevó a intentar vendar las heridas de los guardas... pero en este caso, podría tratarse de una herida más grave, dentro del alma.
Lo único que quiero es ayudarte, ¿Vale? Ayudarte a ser feliz, a sentirte mejor. Sé por lo que estás pasando. Sé lo que es tener que sufrir por estar obligado adoptar una indentidad que no es la tuya. Sé lo que es vivir en uan mentira. Sé lo que es querer y confiar en alguien que no hace que provocar tu sufrimiento... pero aún así, puede que ese no sea tu problema. Lo único que quiero saber es...¿Qué sientes por tu padre? ¿De verdad lo quieres tanto como para... aceptar matar a Emma, que sabes que es inocente, en caso de que alguien intentara rescatarla? Constantine, Leopold sigue siendo una persona. No creo que si fuese cualquier otro... no harías estas cosas por él. ¿Es así? ¿Puedo partir de eso?
Suspiré.
-Tú tienes los mismos derechos que cualquier ser humano. No debes dejarte...manipular... y usar por nadie, menos aún alguien tan cruel. ¿Qué fue de tu madre?
Re: Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
Edgar agarró el odre de agua e intentó que su hija tragara un poco. La joven escupió la mayoría, pero al menos había bebido algo y había mojado sus resecos labios.
Al otro lado de la iglesia, Constantine permanecía en el suelo, aparentemente escuchaba las palabras de Rejenih. Pero no podías estar seguro pues no se movía, ni emitía sonido alguno.
Por fin habló.
Mi padre solo hizo esto para sobrevivir, para ganar dinero y enriquecerse. Lleva haciendolo desde que mi madre murió. Vagamos de pueblo en pueblo estafando hasta que podemos y luego nos marchamos.
El chaval alzó el rostro, los ojos estaban rojos y algunas lágrimas aun caían por sus mejillas.
Estoy cansado de timar a la gente. Estoy cansado de mi padre y de hasta donde han llegado sus farsas. Pero no somos rivales para él. Lo mejor que podéis hacer es iros. Marchad lejos y avisad a alguna autoridad eclesiástica. Yo me quedare aquí...esperando la ayuda.
Pero debéis sacar a Emma de aquí, el relevo no tardara en llegar y cuando lo hagan, deberé dar la alarma.
Al otro lado de la iglesia, Constantine permanecía en el suelo, aparentemente escuchaba las palabras de Rejenih. Pero no podías estar seguro pues no se movía, ni emitía sonido alguno.
Por fin habló.
Mi padre solo hizo esto para sobrevivir, para ganar dinero y enriquecerse. Lleva haciendolo desde que mi madre murió. Vagamos de pueblo en pueblo estafando hasta que podemos y luego nos marchamos.
El chaval alzó el rostro, los ojos estaban rojos y algunas lágrimas aun caían por sus mejillas.
Estoy cansado de timar a la gente. Estoy cansado de mi padre y de hasta donde han llegado sus farsas. Pero no somos rivales para él. Lo mejor que podéis hacer es iros. Marchad lejos y avisad a alguna autoridad eclesiástica. Yo me quedare aquí...esperando la ayuda.
Pero debéis sacar a Emma de aquí, el relevo no tardara en llegar y cuando lo hagan, deberé dar la alarma.
Re: Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
...
No. Joder. No puede ser tan fácil. La mayor de las mentiras con la más fácil y estúpida de las soluciones. Vivir... para ver.
-No puedo permitir eso... Constantine. Los objetivos...los fines de tus padre son nobles, pero no compensan sus horribles medios. Tanta mentira y tanto dolor nunca ayudará a nadie. Existen otras formas mucho mejores de ganar dinero... pero en fin... no puedo cambiar el pasado. Si llamo a un inquisidor o algo así, la espiral de mentira, dolo, odio y sufrimiento volverá a empezar, en otro sitio y con otro nombre... pero volverá.
Sonreí, intentando transmitir confianza y alegría real.
-No vas a seguir mintiendo. Ni tú ni tu padre. Tú no seguirás sufriendo... no tendrás que volver a engañarlos a todos. No tendrás que lanzar a los nuevos guardas contra nosotros para no faltar a tu padre. ¿Sabes por qué? Espera un segundo.
Corriendo todo lo que podía, volví a dónde estaba Edgar, murmurandole algo de que se prepare para escapar pronto, y cogí un saquito. Estaba sucio y gastado, con manchas negras. Lo abrí. Dentro había una caja con doble fondo. Y debajo de ese doble fondo... docenas de monedas de oro.
-Nunca llegué a conocer a mi abuelo paterno. Murió antes de nacer yo. Pero me contaron, mi madre me contó, que tenía un dicho: "Los problemas que se solucionan con dinero no son problemas, sólo simples estorbos." Hoy me doy cuenta de la sabiduría de sus palabras. Toma más, si quieres. Tengo una pequeña fortuna.
Dejé caer todo el contenido de la bolsa, unas 50 monedas de oro, delante de Constantine.
-A cambio... lo único que te pido es que te hagas responsable de que Leopold no vuelva a mentir. No vuelva a engañar ni a manipular. Que se arrepienta de sus pecados y los enmiende. Por lo demás, es tuyo.
No. Joder. No puede ser tan fácil. La mayor de las mentiras con la más fácil y estúpida de las soluciones. Vivir... para ver.
-No puedo permitir eso... Constantine. Los objetivos...los fines de tus padre son nobles, pero no compensan sus horribles medios. Tanta mentira y tanto dolor nunca ayudará a nadie. Existen otras formas mucho mejores de ganar dinero... pero en fin... no puedo cambiar el pasado. Si llamo a un inquisidor o algo así, la espiral de mentira, dolo, odio y sufrimiento volverá a empezar, en otro sitio y con otro nombre... pero volverá.
Sonreí, intentando transmitir confianza y alegría real.
-No vas a seguir mintiendo. Ni tú ni tu padre. Tú no seguirás sufriendo... no tendrás que volver a engañarlos a todos. No tendrás que lanzar a los nuevos guardas contra nosotros para no faltar a tu padre. ¿Sabes por qué? Espera un segundo.
Corriendo todo lo que podía, volví a dónde estaba Edgar, murmurandole algo de que se prepare para escapar pronto, y cogí un saquito. Estaba sucio y gastado, con manchas negras. Lo abrí. Dentro había una caja con doble fondo. Y debajo de ese doble fondo... docenas de monedas de oro.
-Nunca llegué a conocer a mi abuelo paterno. Murió antes de nacer yo. Pero me contaron, mi madre me contó, que tenía un dicho: "Los problemas que se solucionan con dinero no son problemas, sólo simples estorbos." Hoy me doy cuenta de la sabiduría de sus palabras. Toma más, si quieres. Tengo una pequeña fortuna.
Dejé caer todo el contenido de la bolsa, unas 50 monedas de oro, delante de Constantine.
-A cambio... lo único que te pido es que te hagas responsable de que Leopold no vuelva a mentir. No vuelva a engañar ni a manipular. Que se arrepienta de sus pecados y los enmiende. Por lo demás, es tuyo.
Re: Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
Constantine se quedó mirando las monedas con los ojos muy abiertos. Luego alzó la vista y te observó. Su rostro era una extraña mezcla entre la sorpresa, el agradecimiento y algo de desconfianza.
Extendió la mano y cogió el dinero. Lo miraba como si fuera un enorme tesoro de los piratas de Dwanholf.
Gracias. Te prometo que mi padre no volverá a estafar a nadie en su vida, además dejaremos a esta pobre gente en paz. Déjalo en mis manos, haré todo lo que pueda.
Las palabras del chaval parecían completamente sinceras y cargadas de culpabilidad, pero a la vez de esperanzas de enmendar el error que su padre había cometido.
Marchaos ya o nunca saldréis de Dürgabenh. Intentare distraerlos e indicarles mal el camino, pero es posible que os persigan. Así que tened cuidado.
Mientras tanto Edgar se había puesto en pie cogiendo todas sus cosas y echandose el brazo de su hija por encima del hombro. La sujetaba precariamente, más aún porque las piernas de la muchacha no parecían responder del todo bien.
Vamonos Rejenih dijo el padre de los Enervith Aquí no nos queda más que hacer
Extendió la mano y cogió el dinero. Lo miraba como si fuera un enorme tesoro de los piratas de Dwanholf.
Gracias. Te prometo que mi padre no volverá a estafar a nadie en su vida, además dejaremos a esta pobre gente en paz. Déjalo en mis manos, haré todo lo que pueda.
Las palabras del chaval parecían completamente sinceras y cargadas de culpabilidad, pero a la vez de esperanzas de enmendar el error que su padre había cometido.
Marchaos ya o nunca saldréis de Dürgabenh. Intentare distraerlos e indicarles mal el camino, pero es posible que os persigan. Así que tened cuidado.
Mientras tanto Edgar se había puesto en pie cogiendo todas sus cosas y echandose el brazo de su hija por encima del hombro. La sujetaba precariamente, más aún porque las piernas de la muchacha no parecían responder del todo bien.
Vamonos Rejenih dijo el padre de los Enervith Aquí no nos queda más que hacer
Re: Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
Tan fácil...
Alenjándome ya, mientras cogía mi saco y volvía a colocar todo en su interior, le dirigí otra mirada.
-Volveremos a vernos, créeme... pocas veces cosas como esta son una despedida definitiva para mí. Y entonces veré que tal te ha ido con tu padre... sé que eres capaz, Constantine. Acabas de verlo: no hay nada más fuerte que la verdad. Y tú la llevas en tí. Pronto, cuando la hagas llegar a los demás, la felicidad volverá a vuestras vidas.
Al intentar salir ví a los guardas. Aún había alguno gimiendo de dolor. Giré la cabeza en dirección de Constantine una vez más.
-Ah, por favor, busca alguien, el médico de la aldea si tenéis, para que les cure las piernas... creo que les dí más fuerte de lo que me gustaría. No me ernogullezco... y ellos sólo cumplían su trabajo. Haz lo posible para que sean tratados como es debido.
Salí fuera junto a Edgar.
-De milagro no ha llegado el relevo todavía... corramos, ya. No hace falta usar el camino estrictamente más rápido porque no nos persiguen, pero vamos.
Esperé a que él saliera primero, pues cargando con su hija iría más lento que yo, probablemente. Pero sabía que no querría soltarla ahora por nada en el mundo.
No me gusta dejar libre a un terrible farsante como Leopold... si por mí fuera, le mataría. Pero no sólo no me es posible, sino que... si tengo que elegir entre hacer feliz a alguien que se lo merece y hacer sufrir a alguien que se lo merece... no dudaría en elegir lo primero. Las emociones negativas nacen de la mentira, pero esta experiencia convertiría los dos, o al menos a Constantine, en promotores de la verdad. Harían feliz a mucha más gente que si acabo con Leopold por sus crímenes... y el nuevo y mejor mundo siempre se construye a partir de cosas pequeñas...
Estaba bastante satisfecho con el desenlace de los acontecimientos. Esta vez, un éxito rotundo en mi camino de mejorar Gaïa y sus habitantes, de erradicar la mentira...
Y después de todo, confiaba en volver a verlos. Personas como ellos dejan huella por donde pasan.
Alenjándome ya, mientras cogía mi saco y volvía a colocar todo en su interior, le dirigí otra mirada.
-Volveremos a vernos, créeme... pocas veces cosas como esta son una despedida definitiva para mí. Y entonces veré que tal te ha ido con tu padre... sé que eres capaz, Constantine. Acabas de verlo: no hay nada más fuerte que la verdad. Y tú la llevas en tí. Pronto, cuando la hagas llegar a los demás, la felicidad volverá a vuestras vidas.
Al intentar salir ví a los guardas. Aún había alguno gimiendo de dolor. Giré la cabeza en dirección de Constantine una vez más.
-Ah, por favor, busca alguien, el médico de la aldea si tenéis, para que les cure las piernas... creo que les dí más fuerte de lo que me gustaría. No me ernogullezco... y ellos sólo cumplían su trabajo. Haz lo posible para que sean tratados como es debido.
Salí fuera junto a Edgar.
-De milagro no ha llegado el relevo todavía... corramos, ya. No hace falta usar el camino estrictamente más rápido porque no nos persiguen, pero vamos.
Esperé a que él saliera primero, pues cargando con su hija iría más lento que yo, probablemente. Pero sabía que no querría soltarla ahora por nada en el mundo.
No me gusta dejar libre a un terrible farsante como Leopold... si por mí fuera, le mataría. Pero no sólo no me es posible, sino que... si tengo que elegir entre hacer feliz a alguien que se lo merece y hacer sufrir a alguien que se lo merece... no dudaría en elegir lo primero. Las emociones negativas nacen de la mentira, pero esta experiencia convertiría los dos, o al menos a Constantine, en promotores de la verdad. Harían feliz a mucha más gente que si acabo con Leopold por sus crímenes... y el nuevo y mejor mundo siempre se construye a partir de cosas pequeñas...
Estaba bastante satisfecho con el desenlace de los acontecimientos. Esta vez, un éxito rotundo en mi camino de mejorar Gaïa y sus habitantes, de erradicar la mentira...
Y después de todo, confiaba en volver a verlos. Personas como ellos dejan huella por donde pasan.
Re: Preguntas [Prólogo de Rejenih] Finalizado
4 Día después
El viaje había sido lento y arduo. Siempre cargando con la niña de los Enervith que se recuperaba muy lentamente y siempre con un ojo puesto en la espalda a la espera de que en cualquier momento os encontraran.
Tuvisteis que hacer varias paradas y largos descansos, subir por empinadas colinas y atravesar tierras desiertas. Pero todo valió la pena. Tras cuatro duros días Orgajandh apareció a la vista, vuestro objetivo estaba cerca.
Ya llegamos Rejenih anunció Edgar lleno de felicidad Pronto iremos a ver a Gabriel y el nos ayudara.
Con una sonrisa en el rostro comenzasteis a bajar la colina. El sol resplandecía en el horizonte. Se abría un nuevo día.
Fin del Prólogo.
El viaje había sido lento y arduo. Siempre cargando con la niña de los Enervith que se recuperaba muy lentamente y siempre con un ojo puesto en la espalda a la espera de que en cualquier momento os encontraran.
Tuvisteis que hacer varias paradas y largos descansos, subir por empinadas colinas y atravesar tierras desiertas. Pero todo valió la pena. Tras cuatro duros días Orgajandh apareció a la vista, vuestro objetivo estaba cerca.
Ya llegamos Rejenih anunció Edgar lleno de felicidad Pronto iremos a ver a Gabriel y el nos ayudara.
Con una sonrisa en el rostro comenzasteis a bajar la colina. El sol resplandecía en el horizonte. Se abría un nuevo día.
Fin del Prólogo.
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