Destino: Phaion [Angel]

mmm... me estaba esforzando por mantener localizado a Kazuma, pero sabía que no podría hacerlo mucho tiempo si viajaban en esas condiciones...

Disculpe, le dije al hombre al tiempo que me levantaba... enseguida regreso
Tras hacer un ademán de la cabeza, salí del bar. Fui en busca de Orfeo para poder alcanzarlos con la carreta... Orfeo, Orfeo...

Disculpe, don dije de improvisto a un caballero que iba por la calle. ¿Sabe donde puedo encontrar una armería?

@ Kenke y Kazuma

Tirada por montar de Kenke: 10 base + 43 dado = 53

El caballo no podía ir muy deprisa pues si no os hubierais caido al suelo. Además tenía que avanzar entre calles estrechas y mal adoquinadas.

Mientras el tintineo de las armaduras continuaba avanzando, cada vez más cerca de vosotros.

El caballo no podía correr más. Se atascaba entre la gente que corría y gritaba alejandose de vosotros. Aquello no pintaba nada bien.

@ Angel

Sí, señor dijo el hombrecillo que te observaba.

A continuación te dio unas cuantas indicaciones sencillas con las que podrias llegar hasta la armeria más cercana.

Mientras andabas por la calle viste que una veintena de guardias corrían en dirección norte. Iban armados con espadas largas y cotas de malla. Había uno que gritaba ordenes y hablaba de dos fugitivos a caballo.

Me moleste con él al ver que Ibamos tan lento y le apresuré a moverse para tomar las riendas yo.

¡Dame!, dejame intentar tomar las riendas, Creo que lo Haré mejor que tu - le dije esperando que me hiciera el espacio y y tomé el control del caballo.

Montar: 20 (base) + 94 (abierta) + 97 (abierta) + 69 = 280

- ¡Joer!... , ¡eres un negao para estas cosas por lo que veo! - dije con tono de obstinación, al ver que lo hacia mucho mejor.

Gracias!
Me apresuré a la armería.
Orfeo, si no te encuentro en los próximos cinco minutos, tendré que irme sin tí...

Empleo un CV libre para poder utilizar Localización Psíquica y luego de concentrar unos 15 segundos, busco a Orfeo...
Tirada de Potencial: 70 base + 30 conc + 25 dado= 125 +Desequilibrio Psiquico=140
10 kilometros, 140 RP

@ Angel

¡Lo tenías! Orfeo estaba a apenas unas calles delante tuyo. No muy lejos, a menos de unos cinco minutos corriendo desde tu posición. Estaba parado por lo que supusiste que o bien estaba en la armeria o bien le habían detenido los guardias.

@ Kenke, Kazuma

El caballo relinchó y comenzó a saltar por encima de la gente para avanzar más rápido. La gente comenzó a chillar más fuerte.

Entre los gritos pudisteis oir "Brujos, brujos" o "Es el diablo". Estaba claro que estabais llamando la atención de todo el mundo.

De un callejón aparecieron cinco soldados armados. Echaron a correr en vuestra dirección señalandoos y desenvainando las armas.

El caballo relinchó violentamente y continuó su brutal avanze.

@ Kazuma

El trote era incesante. La herida de tu estomago estaba comenzando a abrirse más de lo que ya estaba. Tu vista comenzó a nublarse, todo estaba empezando a dar vueltas.

Sentía como la vista se me empazaba a nublar. Azoté la rienda con más fuerza para apurar el caballo.

- HIyaaa. Vamos más rápido. - DIje apremiando a la montura. sin embargo en mi mente cruzaban algunos pensamientos desesperados "¡Rápido Rápido!, llevanos rápido fuera de la ciudad antes de que..." mientras una vez más la vista se me ponía un poco borrosa.

Corrí hasta él...
Orfeo, tenemos que irnos y estamos tan apurados que te lo explicaré mientras corremos, vamos!
Le dije con la mirada fija y el ceño furncido.
Inmediatamente, le toqué del braso y le hice un ademán en la dirección de Kazuma.
Si Kazuma cede y los atrapan... será el fin de ellos, a menos que me luzca y después de eso sí podamos escapar...

@ Angel

Orfeo estaba en la armería. Entraste interrumpiendo su conversación con el tendero. El guerrero se quedó sin habla, pero enseguida reaccionó, agarró la vara que estaba comprando y salió corriendo detras de ti.

En un momento te alcanzó.

¿Qué pasa? ¡Cuenta! gritó en mitad de la carrera.

@ Kazuma y Kenke

El caballo continuaba todo lo rápido que podía. Avanzabais a traves de una calle bastante concurrida, pero aquello no era problema para la montura mágica.

De pronto Kazuma perdió un poco el contro, el caballo relinchó con fuerza y se detuvo en seco.

Estabais de suerte.

A unos 20 metros de vosotros había un enorme grupo de guardias armados con alabardas. Estaban esperando para capturaros.

Me movía rapidamente por la multitud, cuando por poco pierdo el control del caballo en seco. Fue una suerte a 20 m un grupo de soldados con alabardas nos esperaban; eran armas perfectas para las embestidas de caballeria no tendríamos oportunidad si corrieramos hacia ellas.

Empecé a buscar un camino alterno, con algo de desesperación pero concentrado, la herida en mi estomago dolía cada vez más y mi conciencia se escapaba por la sangre que manaba lentamente de mi herida.

Tirada de Buscar: 40 + 33 = 73

Una vez encontraba la rutao otra calle por la que cruzar, incité a la montura a la marcha con un impetú casi desesperado hacia la calle.

Tirada de Montar: 20 + 57 = 77

- ¿No tienes alguna magia, para camuflarnos o algo? No se, para cambiar nuestra apariencia o algo asi... le pregunté con algo de obtinación "joer solo sabe hacer espectaculos, si fuera hecho caso no estuvieramos en esta situación..." pensé algo molesto por lo increiblemente grande que podía ser la estupidez en algunas personas

Mientras corríamos comenzé a contar la historia, procurando no hablar muy fuerte...
No sea cosa que nos tilden de complices

Kazuma y Kenke están siendo perseguidos por la guardia de la ciudad, debemos ayudarlos a escapar. ¿D´nde dejamos la carreta?

Hablé rápido y mientras esperaba su respuesta, caí en la cuenta que los habían acorralado... la cosa estaba cada vez más difícil...

Al cruzarse con los guardias, ya estaba preparando su conjuro para liberar el paso. Sin embargo, Kazuma había sido más rápido tomando otra calle. Estaban de nuevo al galope, la persecusión no acababa... escuchó que le hablaba

- ¿No tienes alguna magia, para camuflarnos o algo? No se, para cambiar nuestra apariencia o algo asi...

-Kazuma, si mi magia es necesaria, la utilizaré. No hay que abusar de las energias que me sustentan, pues son limitadas. Tu sigue así, que vas muy bien.

Miraba hacia todos lados, no quería que lo pillaran desprevenido...

Tirada de Advertir: 72 + 10 =82

@ Kenke y Kazuma

Había muchos otros caminos, pero teníais que desviaros y sin conocimiento de la ciudad aquello podía perderos más de lo que ya estabais, pues no sabíais por donde estaba la salida más rápida. Una cosa estaba clara, seguir adelante sin hacer algo con todos aquellos guardias era un suicidio.

@ Kazuma

Los ojos se te estaban cerrando. La herida no dejaba de sangrar y el dolor estaba haciendo mella en tu maltrecho cuerpo. Las riendas se te escurrían de las manos. Se acababa el tiempo.

@ Angel

¿La carreta? Preguntó Orfeo En la posada, en la cuadra trasera ¿No?

Seguíais corriendo. Tu lectura mental de Kazuma se estaba debilitando. De hecho ya solo podías leer pensamientos sueltos y sin sentido entre una masa de oscuridad.

¿Qué hacemos?

Corría hacia la posada, en la parte trasera encontraríamos la carreta y la usaríamos para escapar junto con los otros dos.
Seguir corriendo!
Necesitamos esa carreta antes que Kazuma caiga, antes que los atrapen...
Bueno es eso o un milagro

Corrimos a toda velocidad hasta la carreta, y mientras me subía al asiento del conductor, le dije a Orfeo...
Revisa que todo esté en orden... y vamos, que no hay mucho tiempo
Ni siquiera esperé su consentimiento y comenze a despertar a los caballos, suavemente... mirando a que Orfeo esté listo...
Vamos muchachitos -les susurré- necesito que nos saquen de ésta... y cuando ví que Orfeo se había acomodado

Vamos!, corran como el viento y les propiné un golpecito alentador

Empleo un CV para obtener Localización, como lo hice con Orfeo, pero esta vez, buscaba a Kenke:
Tirada de Potencial con los primeros 15 segundos de carrera, concentrando:
70 base + 30 conc + 43 dado = 143 + desequilibrio Psiquico = Absurdo: 100km de radio y 160 de RP

Acumula magia para hechizo "Grieta"

La concentración era necesaria. Hasta donde recordaba, no sabía si su control del terreno le permitiría hacer lo que estaba pensando. No importaba, debía intentarlo, o ser quemado en la plaza pública

Kazuma, aguanta un poco más, me ocuparé de los soldados, y saldremos por donde entramos. ojalá no se estuviese dando falsos ánimos

Junto los puños, y mientras recitaba las palabras ocultas, comenzó a separarlos

Hechizo: Grieta (no afecto a los edificios, sino que hago que caigan los soldados dentro)

Su energía era casi nula...si esto no funciona, estamos perdidos

Zeón restante: 75

Asiento con la cabeza mientras miro el borroso paisaje ante mi esperando que kenke no fallé. Sino me tocaría sufrir su mismo destino sea si falle o no me prepararé si aun no son vencidos. "al menos caeré luchando" pensó. No sabía que iba a pasar pero en mi mente divagaba entre la desesperación y el deseo de vivir. No sentía miedo de morir, lo que sentía era miedo de morir sin hacer nada o peor; morir de una manera deshorrosa para mi clan.

Sentía como se escuría la vida por mi herida y me di cuenta de que quizas nunca volvería a verla. Mi querida Ayame ni mi querida hija hana, no la vería crecer ni gritar mi nombre ni verla correr por la aldea.

- Ayame... - dije sin pensarlo con la pocas fuerzas que me quedaban. Sin darme cuenta fui atenazado por el sufrimiento sin darme cuenta. Ser separado de ella de esta manera me hacía aferrarme mas a la vida - No puedo ver bien, si fallas y no puedo luchar más... por favor usa esto y termina con mi vida...- le suplique a kenke con voz casi apagada por la herida y sacando mi tanto y poniendoselo en la mano-... dejame morir con honor al menos... si tan solo pudiera despedirme de ayame, es lo único que me faltaría para morir en paz... - dije con tono cariñoso- Ayame te encargo a Hana...- Dije en mi idioma natal el yamato, mirando al cielo y añorando a ambas en lo que quizas sean mis ultimos segundos de vida.

Miré a los hombres con alabardas antes de que la magia del sujeto los impactara, podía sentir mi respiración, cada latir de mi corazon, el olor que rozaba el aire, todo de había intensificado, así es como era morir, el momento me pareció bello y perfecto, ahora entendía porque los samurai veían la vida y la muerte como una poesía; "perfecto... todo es perfecto... Estoy listo para morir" pensé, por primera vez en toda mi triste y corta vida.

El suelo comenzó a retumbar. Por un momento pareció que todo quedo en silencio, la tensión del momento os embotaba los sentidos y no podíais distinguir con claridad lo que pasaba. De pronto un terremoto sacudió el suelo, todo comenzó a temblar. Un fuerte estruendo y los guardias comenzaron a caer por una enorme grieta surgida de la nada.

La rotura se extendía por unos largos 9 metros que se habían tragado a guardias y civiles por igual. La gente se agolpaba e intentaba huir de el pozo infernal que luchaba por tragarselos. El caos se adueñó aun más de la situación.

Por si fuera poco Kazuma cayó desmayado en la espalda de Kenke tras sus últimos pensamientos.

Las calles eran una absoluto caos, daba igual por donde ir. Pero teníais que ser rápidos pues había más guardias que os pisaban los talones.

Y por no hablar de que todo aquel revuelo llamaría la atención de alguien más.

@ Angel

Un fuerte chasquido y los caballos galoparon a toda velocidad. Entre tu poder mental y el reguero de caos que habían ido dejando tus compañeros no iba a ser difícil alcanzarlos. O sí. La calles estaban llenas de gente corriendo y la carreta no podía avanzar entre tanta gente, avanzabais demasiado despacio y vuestros compañeros estaban demasiado lejos.

Además algunos guardias parecían intentar alejar a la gente de la zona a la que vosotros os dirigíais. ¿Qué demonios habían hecho esos dos?

¡Demonios! ¿Cómo esperan que los ayudemos de esta manera?

Si no podíamos pasar, no podríamos ayudar y estos malditos guardias no me dejarán pasar
Orfeo, conduce tú... por si no nos encuentras, te buscaré al amanecer a unos dos kilómetros de la puerta de la ciudad, hacia el sur
Instantáneamente acomodé mis cuchillos en el cinto, frené los caballos, le tendí las riendas al guerrero y salté de la carreta.
Ve!, hacia el sur y pasa desapercibido
Comencé a correr entre la gente, manteniendome lejos de los guardias.
Debo llegar y si eso implica mostrarme en este momento, en este lugar, y no poder volver a Torda nunca. Lo haré

Mi corazón corría casi a la misma velocidad que mis piernas, con las manos me iba abriendo paso entre la multitud, intercalando algún que otro: Permiso, permiso. No me estaba haciendo caso a mí mismo, no estaba pasando desapercibido, confiaba en que Orfeo no hiciera lo mismo...

Resiste Kenke, estoy en camino

Mantengo innata la Localización sobre Kenke

Corriste como alma que lleve el diablo, toda la prisa que te dieras no era suficiente. Kenke avanzaba a una velocidad de vértigo a lomos de su caballo. Enfilaste un par de calles menos concurridas, ya faltaba menos. Te adentraste por un callejón vacío. Kenke se había detenido en la calle que había al otro lado. Dudaste por un momento ¿Porqué se había detenido?

Habías llegado al final del callejón así que detuviste tu carrera y decidiste asomarte por la esquina con el fin de ver que ocurría. Dejaste de sentir a Kenke. Buscaste frenéticamente a tus compañeros de viaje entre la masa de gente.

Los habían capturado. Cinco guardias con espadas habían derribado a un debilitado Kenke que ahora yacía en el suelo, muerto. El caballo había desaparecido y Kazuma también estaba tirado en el suelo sangrando por el estomago.

Los habían matado. A los dos.

Con mi mano apollada en la pared mantenía mi cuerpo, pero mi corazón estaba en el piso
No tuve mucho tiempo de conocerlo, pero había encontrado una conexión que me costaba explicar... No podía creerlo, mis manos sudaban, mis piernas temblaban y mis ojos vidriosos estaban fijos en los guardias
Y ahora...No sabía si eso que pensaba era una pregunta o el principio de una afirmación

Debo irme, debo seguir
En silencio, di media vuelta a la par que algunas gotas de angustia material mojaron el piso escapando de mis ojos. Me dirigía al sur, sin embargo Yoko no me importaba, tampooco sus padres y tampoco esa persona que dijo que perseguía.
Pero no puedo volver a la niebla
Y sentí mis habituales deseos de ayudar al necesitado... había árboles que plantar y cadenas que cortar... La vida sigue, y no seguirá sin mí
Por ahora, sólo podré contentarme con tener a Orfeo a mi lado, y no podría decepcionarlo. Comencé a correr. Lo haría, llegaría a la capital de Phaion y ayudaría a la que estuvo cautiva conmigo y partió en la mitad de la noche...
Por ahora, no conozco a nadie que me necesite más...
Mis piernas y mis lágrimas corrían a la par.
Salí de la ciudad e intenté ver la carreta. Seguí hacia el sur, a paso lento ahora, aunque mi corazón no podía ir más rápido
¿Dónde estás Orfeo?

Te giraste y avanzaste por el callejón a paso lento. El dolor atenazaba tu pecho, unas cuantas lágrimas escaparon de tus ojos. Pero no tuviste mucho tiempo para lamentarte, te chocaste contra algo. Retrocediste varios pasos por el impacto y alzaste la vista.

Una extraña mujer se alzaba ante ti. Era rubia y de enormes ojos verdes, llevaba el pelo recogido en un moño en la parte trasera. Vestía con ropajes azules de alta calidad y de su cinto colgaba la vaina de una espada ancha.



La mujer se te quedo mirando con rostro inexpresivo.

Tirada por advertir de Angel: 21 dado + 65 base = 86

Había una cruz decorando la vaina de la espada.

Hola Angel saludó con voz neutra.

Con una mezcla de sufrimiento y sorpresa en el rostro la miré intentando ser cortéz
Hola ¿Cómo sabes quien soy?
Si es una inquisidora y muero, termina acá... no puedo tener tan mala suerte... tampoco una vida tan corta
¡Hay muchas cosas de las cuales me perderé!
No puede ser
No me digas que eres una bruja... aprobeché mi angustia para que mis gestos sean adecuados ¿De dónde me conoces?

Mi corazón estaba a mil, necesitaba un alivio en tanta crisis... ¿Quizá una aliada?
¿Sería presa de mi optimismo? Tampoco quería echar a perder oportunidades...

Sé quien eres porque hace unos años huiste de Gabriel dejando dos inquisidores muertos tras de ti. ¿De verdad crees que te habíamos dejado de buscar? Llevo intentando localizarte todo este tiempo y, de pronto, un revuelo en mitad de la capital requiere la intervención de la inquisidora más cercana. Cuando llego me encuentro con que el brujo ya ha sido abatido y sus compañeros también. Estaba dispuesta a marcharme ya cuando, consigo verte. ¿Suerte? No creo. ¿Conocías al brujo verdad? Toda la calaña como tú es igual.

La mujer hablaba sin alterar su respiración. Su voz era inexpresiva, neutra y sin altibajos. Era muy extraño que mantuviera la calma con tanta facilidad.
Sus palabras habían hecho que los nervios acudieran a ti. No sabías que contestarle. ¡¿Qué demonios ibas a hacer?! Siempre habías sabido que matar a dos inquisidores te iba a traer repercusiones pero no tan pronto.

Tragaste saliva con fuerza mientras meditabas las palabras que ibas a soltarle.

Debo decir que...
No podía morir sin luchar, la tomaría por sorpresa y huiría
Tirada de potencial de Impacto Telequinético: 70 base + 74 dado = 144 + Desequilibrio Psíquico : Absurdo : Fuerza 14
Tirada de Proyección: 105base + 92 dado + 34 abierta = 231

Toma! y ahora debo correr, pero esta vez por mi vida...

El aire que había entre tú y la inquisidora se curvó imperceptiblemente y salió disparado hacia ella. La mujer desenvainó la espada a una velocidad de vértigo y la colocó delante suya. El impacto se cortó y pasó por los lados de la inquisidora, lo único que se movió fue su rubio pelo.

El arma vibraba con fuerza.

Por un momento te pareció que la inquisidora sonrió, pero solo por un momento.

Inútil ¿De verdad crees que tus estúpidos trucos de demoniacos podrán con el poder divino? Tus pecados son un lastre que deben ser eliminados, solo así podrás purificarte y disfrutar de una eternidad al lado de Dios.

Pues sólo intento sobrevivir... Jamás he hecho un mal a nadie que no atente contra mi vida... y eso fue lo que hicieron tus compañeros... Pues jamás estuve en contra de tu Dios excepto en el punto en el cual debía morir para ser puro...
Durante mi vida, he ayudado a aquél que lo necesitara y jamás he recibido una recompensa que no atente contra mi vida...
Honestamente, no creo que Dios me desee la muerte... Estoy en este mundo para trabajar en favor de las personas que lo habitan, en pos de su libertad. Jamás he matado por diversión como lo hacen los herejes en los cuentos religiosos... jamás he perjudicado a nadie por beneficio propio...
Y si el problema son tus difuntos colegas... mi única defensa es que sinceramente creo que Él ha planeado algo más para mí... estoy aquí con un objetivo y no creo que sea morir quemado.
Estaba enojado, ella me consideraba un demonio, y todos los de su casta también...
Necesitaba desahogarme...
Tú decides si quieres matarme ahora, o darte a tí misma la oportunidad de conocerme, ¿acaso sabes algo más de mi pasado que no sea el homicidio de tus hermanos?... ¿Acaso no crees que un hombre puede redimirse?
Suspiré angustiosamente
Mira, es tu elección... yo no puedo hacer más que decirte la verdad a esta altura...

El hechicero que murió a manos de los guardias estaba defendiendose del otro sujeto... un tal Kazuma, quién quería matarlo por unas monedas... realmente... me pone a dudar cuál de los dos era maligno... ¿Tú qué crees?

Mis piernas temblaban... ¿Será una persona racional o estará demasiado entrenada?
De todos modos, ya estoy muerto