Viaje [Rejenih, Kalenden, Serghei, Harold]

Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras.

Un tesoro...Decidme ¿que es para vosotros un tesoro? Extraña pregunta, sin duda. No contestarian y además Serghei se sacaria alguna excusa de la manga para llamarme traidor otra vez.Aquello ya poco importaba en la ratonera. La meta... ¿y si sencillamente había que pulsar la meta? Las letras y espacios parecian botones que pulsar. La meta... Miré a los otros. No estaba seguro de que aquello fuera a funcionar, pero tal vez fuera así de sencillo. Al menos podrían descartar una opcion.
"Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras." Es demasiado facil...esto no va a funcionar. Iros, permaneced cerca de la salida de la sala... Esto puede ponerse muy feo. Era una soberana estupidez, pero no podía pensar en claro y decidí jugarmela. Ojalá que funcione... Me acerqué a la puerta, a la parte donde estaba la palabra mágica. Miré atrás para comprovar que los demás
estaban listos para ponerse a salvo si aquello fallaba. Cuando estuvieran en una posicion en la que pudieran huir. Pero tambien podria ser...Si significa cambiar la ruta...significaria que nos hemos equivocado de camino. Entonces...

Que alguien vaya por el otro camino ya. Que llege hasta donde pueda y que vuelva a informarnos. Y no quiero discusiones, me da igual quien vaya pero que se de prisa en volver y que no corra mas riesgos de los necesarios

Kalenden decidió seguirnos. Mejor, no quería tener que sentirme responsable de la muerte de alguien que aún podía encaminarse por el buen camino.

El lugar habría hecho delicias de un torturador de claustrofóbicos, pero no había nada más destacable en todo el camino, hasta...

Una puerta enorme. De metal. Eso no es muy común. Sólo unas extrañas runas alteraban su composición más alla de una puerta de iglesia de una ciudad de ricos arrancada y colocado allí a lo bruto. Me recordaban al idioma Jayán, pero salvo dos letras casi idénticas, el resto sólo conservaban las estructura ortográfica habitual, parecían idiomas parecidos, tanto como el yamato o el yamato shu y sin embargo ininteligibles si sólo conoces el otro. Sin embargo, por encima de todo, el extraño brillo detrás de los... botones, o piezas, por así llamarlos, me llamaba la atención.

Esto me da mala espina...

Iba a decir algo cuando Gabriel se volvió prácticamente chalado. No hacía más que decir incoherencias y gritar órdenes.

-¿Qué dices? ¿Que demonios pone?

Me di cuenta de que lo del tesoro debería ser eso. Al parecer eso era lenguaje nórdico, de Goldar o Hauffman. Leñe, pues tiene sentido... pero aún así...

-Espera, antes explica que demonios pasa. Estos tratos con letras tienen pinta de poder moverse, y lo primero que se me ocurre es que habrá una puerta similar en el camino izquierdo y tenemos que colocarlas allí. Pero... ¿Alguien sabe que significa el brillo de la parte de atrás de esas piedras? Me resulta muy raro.

Aunque por su apariencia, la sensación conocida que me daba y el hecho de que lo rodea casi como una extensión de... como las extensiones y auras de las almas de las personas... creía intuir la respuesta. Pero acababa de llegar a la conclusión de que esto no era más que un trabajo muy insistente, hecho a mano sin más. Y además, no se me ocurría ningún tipo de trampa mediante brujería, esas cosas requerían algo parecido a un combustible y hasta en algunos casos rituales y ingredientes, y sin embargo...

-Espera un momento antes de tocar eso si quiera. Puede que te arreeientas, Gabriel. ¿Alguién sabe que demonios es la luz que rodea a esos trastos?

Maldita sea, nadie atendía a razones, tuve que seguirlos por ese estúpido camino que de bien seguro conducía a una trampa. Me iba a reír en su cara si se caían en un agujero o una parte del techo los aplastaba. pero aún así seguí avanzando detrás de ellos hasta llegar a aquella estancia con... nada.

¡Ja! ¡Ya lo sabía yo, era por el otro camino! ¡Aquí no hay nada, solo una estúpida puerta de hierro con...! Oh...

Leí la inscirpción. ¿Un tesoro, eh? Si no fuera porque el resto no tenía sentido alguno, habría empezado a pensar que quizás había sido una buena idea ir por aquel camino.

"Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras." Es demasiado facil...esto no va a funcionar. Iros, permaneced cerca de la salida de la sala... Esto puede ponerse muy feo.

La voz de gabriel me sacó de mis pensamientos de riquezas soñadas. ¿Qué coño decía? ¿Se había vuelto majara?

-Espera, antes explica que demonios pasa. Estos tratos con letras tienen pinta de poder moverse, y lo primero que se me ocurre es que habrá una puerta similar en el camino izquierdo y tenemos que colocarlas allí. Pero... ¿Alguien sabe que significa el brillo de la parte de atrás de esas piedras? Me resulta muy raro.

-¡Oh, no, mierda!. No me digas que es otro estúpido acertijo de esos... Cómo odio esto... ¿Espera? ¿Luces? ¡¿Qué coño?! ¿Esto es un concurso de a ver quién se vuelve más loco? -aquello empezaba a ser rídiculo- Pues allá va la mía, a lo mejor es que domino más el arkes, pero juraría que no se refiere a que cambie la meta, si no la puerta... el gélido metal. ¿Qué tal si le prendo fuego para que ya no sea gélido y así cambiarlo?

Sonreí ante mi ocurrencia. No iba en serio, no mucho al menos. pero si no me tomaba aquello con un poco de humor, acabaría arremetiendo a hachazos contra la puerta.

Al final seguimos el camino de la derecha tras los pasos de "Gabriel". Si saltaba algún tipo de trampa los demás estaríamos sobre aviso gracias a su insistencia por ir en primer lugar. Al final Kalenden se dejo llevar por el grupo a regañadientes. Supongo que quedarse solo en este sitio es peor que seguir a alguien que te temes se haya equivocado.

Al final tras pasar por un pasillo demasiado estrecho terminamos en una gran habitación cuya decoración tan solo era una extraña puerta. La puerta era totalmente plana salvo por una serie de simbolos que parecían algún tipo de palanca, lo que me daba más recelo era el aura extraña que no sabía que era exactamente pero que conocía un término para definirla: Brujería.

Tras unos momentos de observación es cuando las cosas empezaron a irse de madre. A "Gabriel" le dio por decir chorradas y dar ordenes. Rejenih trataba de entender lo que se nos escapaba a los demás, entonces habló sobre el aura de brujería que yo tambien podía ver. ¿Es visible para todos? Pero no podía faltar Kalenden para darle la guinda a la situación y hacerla aún más extraña. Decía algo de jugar al dominó, con el arkes y algo gélido que calentar. Desde luego no le encontraría el sentido a esa frase en una vida de estudio, menos aún ahora.

Esperad un momento todos, que de pronto decís lo primero que se os pasa por la cabeza y así no nos entendemos. Los símbolos que hay en esa puerta están respaldados por brujería, así que cuidado con hacer algo con ellos. ¿Alguno sabe que significan? Lo primero era saber que se supone que decía la puerta y después pensar, seguramente sería otro acertijo, aunque en los anteriores no había visto el menor trazo de brujería. ¿Desataríamos algo por seguirle el juego a nuestro captor? ¿Lo anteriores acertijos eran solo un modo de probarnos y saber si podemos abrir este ya que ni él puede y por lo tanto somos utilizados? Demasiadas preguntas se me agolpaban en la cabeza que tal vez se desvanecerían con un poco de colaboración del resto.

Serghei había perdido el hilo de la conversación, así que intentó parar aquel gallinero. No le culpaba, aquello parecía una casa de sombreros, era un caos en el que nadie entendía lo que decía el otro. Suerte que él lo resumió, o algo así.

-Estos símbolos no son nada del otro mundo. -dije señalando los susodichos símbolos para responder a su pregunta.- Es arkes, la lengua que se habla en mi tierra, y también en la de Gabriel si no me equivoco mucho. Dice más o menos exactamente "Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras". Aparte de eso no hay nada extraño, yo no vea esa brujería que decís, pero tampoco la vi cuando me la lanzaron a mí, así que a saber...

Aquello me frustraba mucho. ¿No era yo, teoricamente, el "brujo"? ¿Entonces porque no veía la brujería, maldita sea? Gabriel no había dado señales de poder verla también, así como rejenih y Serghei sí. Quizás fuera el precio a pagar para poder dominarla, o quizás los norteños teníamos menos sensibilidad para esas cosas... No, no parecía ser esto, nunca nadie me había hablado de que la viera. Seguramente sería cosa de Seghei y Rejenih.... en fin, eso no era importante ahora, no mucho, por lo menos.

-Bueno, sean mágicas o no... ¿Alguna idea de a qué se refieren? Ideas no estupideces, si alguien dice estupideces se llevará un capón.

-Espera, antes explica que demonios pasa. Estos tratos con letras tienen pinta de poder moverse, y lo primero que se me ocurre es que habrá una puerta similar en el camino izquierdo y tenemos que colocarlas allí. Pero... ¿Alguien sabe que significa el brillo de la parte de atrás de esas piedras? Me resulta muy raro.

Ya lo he dicho:"Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras."Es un acertijo, pero yo lo entiendo como que renunciemos a nuestros deseos y objetivos. No tiene ningun sentido aqui. El maldito acertijo no tenía nungun sentido ¿volver atrás?¿quemar la puerta, como decía Kalenden?

¿Qué tal si le prendo fuego para que ya no sea gélido y así cambiarlo?

Aquello tampoco era muy acertado, pero con aquella broma de Kalenden volví a un estado mas calmado. Tenian razón, no era bueno precipitarse, por mucho que aquel acertijo se adaptase tan endiabladamente bien a mi mi situación.

Pues no seria tan mala idea, pero antes de hacer nada Rejenih y Serghei tienen razón, no debemos precipitarnos y es algo que he estado a punto de hacer

Rejenih era el de mente mas aguda de entre los cuatro, así que tal vez podría sacar la respuesta, pero a mi se me escapaba cualquier solución que en apariencia no llevase a una catastrofe.

"Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras." La solución a este enigma se me escapa. ¿Alguna idea genial?La pregunta era en un tono algo sarcastico, una confianza extraña para con aquella gente, y mas aun con todo lo ocurrido desde mi encuentro con Karel. ¿Me permitia una broma con aquellos que me habían intentado matar? Era curioso, pero ya no tenía del todo claro si estaba recuperando algo de la humanidad perdida en mi estancia solitaria en Gehena o si sencillamente estaba acabando de perderla. Puede que esa fuera mi forma de ser "humano"; "al mal tiempo buena cara", como decía Rodrick

Las cosas parecieron calmarse un poco por la intervención de Serghei. Escuché atentamente todo lo que decían, es especial la frase de Kalenden. Para hacer tiempo mientras pensaba algo, pues quería llegar a una conclusión coherente antes de que todo esto se desmadrara, le dí cuerda a sus otras palabras.

-Creo que confundes la brujería con el poder síkuico-pronuncié la palabra con torpeza, pues no estaba aconstumbrada a ella-. Si hacemos caso a Gabriel, tu poder depende de la mente, y por eso no necesitas gestos y galimatías para manifestar tu poder en el mundo como los hechiceros. Probablemente sean fuerzas antagónicas o algo parecido, nunca he visto magos aliados y entre personas de poder distinto debe ser aún peor. En todo caso yo sé muy bien de donde proviene mi visión de estas cosas, y en teoría debería reducirse a los espíritus y fantasmas... pero ya ves, tanto Serghei como yo vemos otros tipos de...

Callé en ese momento. Había recitado todo esto como si fuese de memoria mientras mis pensamientos iban por otro lado, pensando en que puñetas podía significar este mensaje, pero ahora tenía que dedicar todo a mi mente para considerarme francamente estúpido.

¡Toda la maldita discursión de antes no ha sido para más que ahorrar una pequeña caminata extra! No había ningún maldito peligro en esto, ni trampas ni nada. Simplemente hay que coger el pedrusco en el que pone meta y ponerlo en una, supongo similar, puerta en el camino de la izquierda. No, espera, estoy hablando sin saber, pero esto parece lo más obvio.

-Bueno, creo que algo tiene que ver con mover las piedras de los nombres. Da igual quien recoga una piedra, pero yo o Serghei debemos estar atentos al brillo para identificar cualquier posible reacción. En el camino izquierdo podría haber una puerta similar a esto y hay que poner en ella la runa de la "meta". Aunque esto no es seguro, me gustaría que uno o varios de nosotros fuera a comprobarlo. ¿De acuerdo? ¿A alguien se le ocurre otra posibilidad? Al final seguir el camino derecho no parecía más que mera comodidad...

Examiné el resto de la habitación, y más concretamente el aura de los símbolos de la pared mientras esperaba una respuesta.

Escuche atentamente lo que tenía que decir el resto, por fin entendí de donde salían tantos comentarios ante una puerta con un galimatías por pomo. El galimatías pertenecía a otra lengua, a la lengua de Kalenden y "Gabriel" por lo que ellos habían entendido lo que ponía y trataban de solucionarlo o experimentar con el asunto sin hacernos partícipes a los que desconocemos su lengua materna. La próxima vez ya podían al menos decir que entienden lo que pone antes de decir nada. ¿Pero porqué esa lengua?

El pensamiento recorrio mi mente mientras Rejenih trataba de elaborar una forma de enfrentarse al problema. Estaba claro que quien nos había encerrado aquí se divertía con los acertijos y observar a las ratas participando en el juego. Por supuesto no todos los días tendría en Gehena alguien que conociese ese idioma extranjero por lo que debía suponer que una de las funciones de la brujería que presentaba la puerta era para cambiar su contenido. ¿Era eso posible? Quizá despues de ver a un hombre transformar las llamas a su imagen y semejanza para acabar con criaturas venidas de las pesadillas junto a todo el asunto de Karel y Myrrh estaban cambiando mi forma de ver el mundo y eso era algo inquietante. Tambien me inquietaba ser capaz de ver cosas que otros no podían, los que son brujos y se suponía que tenían que bañarse en el tema estaban ciegos como topos y yo que era un don nadie había sido capaz de captarlo simplemente con la vista. Aún no era capaz de saber si ver a los fantasmas tenía algo que ver con el asunto pero sino era así era cosa de Gehena, me estaba haciendo algo y mejor salir de aquí antes de que terminase el trabajo.

Deje los más perturbadores de los pensamientos a un lado y me dirijí a la puerta, para salir de Gehena primero tenía que salir de este laberinto. No os parece extraño que de todos los idiomas que hay en el mundo coincida este con el que conoceis Kalenden y "Gabriel". Acerqué con cuidado los dedos a esos extraños símbolos atento a la brujería que despedían por si trataba de atacarme, tras comprobar que no se podían sacar tan solo empujar retrocedí. No se pueden sacar, tan solo empujar. Eso descartaba la opción de Rejenih. Creo que lo que dice aquí está enlazado de algún modo con lo de la última bifurcación. Quien nos a metido aquí dentro le gustan los acertijos y lo último era más bien una prueba de confianza, o eso parecía. Con el asunto del idioma pretende que colaboremos, pero cuatro hombres para empujar unos símbolos lo veo ridículo. Si este camino es el correcto quizá lo sea tras pasar por el otro en el que hay algún tipo de llave o algo similar. Todas las puertas que había visto durante mi vida se habrían o bien con llaves o bien a patadas este método que tenía ante se salía del patrón y no terminaba de comprenderlo. Iré a ojear el otro camino sino teneis alguna idea mejor, tal vez solo sea un pasadizo lleno de trampas o el camino que lleve a la pieza que nos falta del rompe-cabezas. Pero por lo que a mi respecta este cuarto tambien puede ser una trampa y lo que lo activa sean esos símbolos. Señalé a la puerta con el brazo a la zona con las palabras en Arkes como aclaración. Esperaría unos momentos para escuchar ideas y sino me convencía ninguna volvería a comprobar si me esperaba la muerte en un oscuro pasillo alejado de la mano de Dios o quizás algún tesoro que sirviese de llave y hubiera que abandonar para continuar.

@ Serghei

Ninguno parecía dispuesto a acompañarte así que, solo, dejaste al resto del grupo atrás y volviste a la sala de la inscripción. Antes de adentrarte por el otro pasillo, el supuesto pasillo equivocado, respiraste profundamente y afianzaste en tu mano aquella espada corta que Gabriel te había proporcionado. No sabías hasta que punto de podía llegar a ser útil o no, pero era lo mejor que tenías.

Sin más demora te adentraste por el tortuoso pasillo. En primera instancia no encontraste ninguna diferencia con su homologo del otro lado, era pequeño, angosto y toscamente excavado en la piedra. De nuevo solo era posible que avanzara una persona o incluso menos, calculaste que probablemente Rejenih no podría pasar por aquella estrechez sin quitarse la pesada armadura.

Finalmente tus pasos te conducieron hasta una nueva sala de roca natural. No se diferenciaba demasiado con la anterior, pero en esta no había puerta de metal, ni altares con cerillas ni cofrecitos misteriosos. Solo había mucho musgo por las viejas paredes y unas palabras grabadas en una pared. No podíais leerlas con claridad porque algunas letras estaban tapadas por la vegetación subterránea. Así que te colocaste los guantes bien y apartaste de un manotazo el musgo.

Has roto las reglas

De pronto escuchaste como algo comenzaba a funcionar, era como un sistema de poleas o algo mecánico. Y por último un sonoro estruendo que te pareció que provenía de la sala anterior.

@ Rejenih, Harold, Kalenden.

Tiradas de advertir pertinentes.

Estabais frente a la puerta metálica devanando vuestros sesos cuando de pronto escuchasteis un fuertísimo golpe, como si una roca enorme hubiera caído a vuestro lado. Al giraros, desconcertados, pudisteis comprobar que donde antes estaba la apertura que llevaba a la habitación de la inscripción ahora había una lamina de piedra como las que tenían el ajedrez. Pero en esta no había acertijo alguno, estabais encerrados... y quien sabía si pasaría algo más.

Quizás habría sido un detalle que alguno de nosotros hubiera acompañado a Serghei... en fin, si se lo criticaba a aquellos dos me dirían que yo tampoco habñia movido el culo de la sala.

Hmmm... Serghei está tardando un poco, aunque puede que sea normal, se habrá pateado este pasillo que hemos cruzado y el otro... De todos modos tengo curiosidad por saber lo que hay en la otra sala, creo que voy a ir con la excusa de ver si está bien y...

Y entonces, cuando ya iba a abrir la boca para decirlo, se oyó aquel terrible estruendo. Parecía como... algo muy pesado, y enorme, cayendo con todo su peso. Cerca... detrás...

¿Qué demonios?

Miré a mi alrededor para ver si veía algun indicio de lo que había pasado. Y vaya si lo vi. La entrada por la que habíamos llegado estaba seld tras un muro de maldita roca con pinta de estar más dura que la tranca de un cura.

¡Maldición! ¿¡Qué coño es esto?! ¡¿Te has cansado de hacernos jugar a los acertijos y ahora quieres matarnos por falta de aire, cabrón?! -dije dirigiendome a quien fuera que nos hubiera metido allí, mirando hacia arriba - ¡Maldito loco cobarde, das asco, ven aquí a visitarme y veremos lo que vales sin tus jueguecitos! ¡Por lo menos Karel aunque estuviera pirado tenía los cojones de mostrarse! ¿Ni siquiera esto puedes hacer tu, maldito pervertido mental? ¡Pareces una maldita cría jugando con su casa de muñecas!

Aquello ya era lo que faltaba. Como agarrase al que me había metido alllí... no iba a ser divertido. Para él, claro, yo iba a disfrutar sobremanera.

Mi primera impresión sobre los caminos había sido la acertada y debería de haberme fiado de ella. Desde luego "Has roto las reglas" sonaba tremendamente mal, pero lo que sonaba peor fue una serie de sonidos sordos, huecos, sin vida y mecánicos al otro lado de las paredes que terminaron con un estruendo en la lejanía y que me hacía sospechar de que podía venir del otro cuarto. Me encontraba en una encrucijada, comprobar con más detenimiento el cuarto en el que me encontraba o volver y saber que había ocasionado.

Mis piernas no esperaron a que mi mente tomase una decisión y encararon el camino de vuelta con prisa por saber si mis acciones habían tenido más repercusiones que sonidos extraños. Mientras mi mente continuaba trabajando en el acertijo del otro cuarto que ahora se había convertido en una certeza de que era el único modo de seguir adelante.

"Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras." Al principio lo que se me ocurria era simplemente tapar meta, al fin y al cabo era simple y se parecía a otros acertijos infantiles. Lo que me llevó a recordar algún que otro con parecido de mi infancia "oro parece, platano es", la clave estaba en no confundir las palabras y el mismo acertijo te respondía, pero era una solución muy infantil que nuestro anfitrión estaría encantado que hallásemos y por tanto fallar. El acertijo de las velas había mostrado ser bastante más retorcido y este sería similar. Tal vez si... "Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras." ¿Podría ser la solución? Una vez llegase a donde estaba el resto expondría mi teoría, sino le ponían trabas era posible que acertase. ¿Habrá castigo por romper las reglas?

Esperaba las noticias de Serghei, y por un momento lamenté no haber ido con él, ahora esto serían unos minutos muertos de los que siempre sientan tan mal. Sin embargo ocurrió algo antes de lo que esperaba, pues aún no oía nada parecido a pasos.

Un estruendo digno de una avalancha. Miré a todos lados, temiendo que el tejado se hubiese derrumbado por alguna malinterpretación de la inscripción de la bifurcación, aplastando a alguno de mis compañeros o a Serghei si verdaderamente era algo gordo, y me topé con la entrada taponada por una enorme roca.

Solté una maldición por lo bajo. En la roca no había ningún acertijo, aquí algo iba mal.

Dejé de lado lo que sabía de ese tipo de roca en particular. Casualmente fue la que estudié a fondo para decidir si la geología era lo mío, y recordaba de todo menos lo útil ahora mismo: su peso. De todas formas había que intentarlo. En otro momento al instante habría venido a mi mente el hecho de que conocía precisamente esa piedra con detalle y dos miembros de nuestro grupo conocían tanto el ajedrez como el idioma nórdico de esas piedras, y habría temido algún tipo de capacidad de lectura de mentes por parte de nuestro querídisimo anfitrión, pero tenía cosas más importantes en las que pensar.

-¡Serghei! ¿¡Estás ahí!?-grité con toda la fuerza de mis pulmones, recibiendo el eco como respuesta-.

Examiné la roca. Sacarla hacia aquí dentro sería imposible, por el mecanismo usado para tirarla, habría que destrozar esa parte del techo y no parecía tarea fácil. Parecía que la única forma de llegar a Serghei era empujar la piedra por todo el pasillo. La piedra al caer había dejado un señor boquete, que parecía sostenerla. Si se sacaba de allí, ¿acabaría bajando rodando? Si esto ocurría solo aquí Serghei podría acabar volviendo... pero el camino por el que habíamos venido no era cuesta abajo, o eso creía recordar. Por algún motivo me imaginé a Serghei con un sombrero extraño corriendo mientras la roca le pisaba los talones rodando como una bola de nieve. Pero no iba a ocurrir. Me puse a lo que me tenía que poner.

-Serghei ha hecho algo mal, supongo que sin darse cuenta. Tenemos que quitar esto de en medio, rápido. Voy a intentar... Gabriel, si puedes empujarla hacia aquí dentro para que podamos pasar, avisa y me apartaré. Si no, intentaremos arrastrarla hacia delante entre todos. Podríamos usar el agujero que ha dejado para hacer una palanca, pero será bastante engorroso usarla por todo el camino, así que sólo como última opción. Y rápido, quien sabe que puede estar ocurriendo ahora.

Esperando su confirmación, pusé ambas manos en la superficie de la roca. La verdad es que no tenía muchas esperanzas de conseguirlo por mí solo, pero había viso a Gabriel destrozar una puerta de madera como si fuese papel, así que supuse que merecía la pena intentarlo. Ignoré a Kalenden despotricando y....

Proezas de Fuerza de Rejenih: 65 base + 30 cansancio + 96 dado + 43 abierta: 234 de habilidad final

Estabamos solos cada uno con sus pensamientos cuando el estruendo nos hizo volver a la realidad...¡Pero que..! . Al girarnos hacia el origen de aquel ruido la entrada del pasillo se había convertido en una losa de dura piedra bloqueando el camino... Estamos atrapados...No, Serghei está atrapado. Nosotros aun podemos resolver el enigma...suponiendo que aun funcione.. Paré un momento a observar la reacción de los camaradas de Serghei.

-¡Serghei! ¿¡Estás ahí!?-

Rejenih trataba de mover la roca que bloqueba el pasillo. Por fuerte que fuera aquella losa de granito era demasiado, y mas sabiendo como parecía ser nuestro anfitrión.

Alto Rejenih. Eso ha de pesar demasiado, y seguramente solo sea la punta del iceberg. Me acerqué a examinar la piedra. Aunque fueras capaz de moverla aunque fuera solo un poco seguramente seria a costa de tu espalda... Además, esta roca ha caido obedeciendo a un mecanismo, eso nos hace suponer que las paredes deben tener doble fondo, y en ese doble fondo podria continuar habiendo mas y mas material pedregoso que bloquera cualquier movimiento.

La roca no era indestructible, tenia que haber alguna forma de romperla, aunque fuera a base de impactos directos. Lo que fuera pero no tenia intencion de darle a nuestro captor el placer de matar a Serghei, o de matarnos a nosotros. Estaba convencido. No estaba dispuesto a que fuera nuestra hora. Aun no.

Hmm...Creo que lo tengo... Si en Hauffman había funcionado con un navío con algo de suerte podría servir para la roca. En aquella jornada de caza pudimos ver los aldeanos de Akureiri como el hielo invernal destrozaba un barco mercante del Imperio. Con la roca puede que funcione, pero seria mucho mejor hacer grietas, o algo, que permitiera colar agua por dentro.

Hay una forma de, al menos, debilitar la estructura de la losa. Necesitaria agua, comprobar si la piedra tiene grietas y si no algo con que hacerlas. Hice una pausa para explicar el porque de aquella peticion. Al congelarse el agua se dilata, en Hauffman he visto navíos enteros caer aplastados bajo la fuerza del hielo, no estoy seguro, pero creo que puedo reproducir el mismo fenomeno a pequeña escala con la piedra.

Mas me vale que si acceden a seguir mi plan esto funcione...

@ Serghei

Avanzaste a toda velocidad para averiguar de donde había venido ese estruendo. Al llegar a la sala donde se conectaban los caminos no encontraste nada que sobresaliera, todo continuaba igual, en paz. Con los nervios de punta te adentraste por el camino de la derecha, al llegar donde antes estaba la puerta comprendiste tu error. Una enorme roca había bloqueado la entrada, estaba allí con completa normalidad, como si hubiera salido de la nada.

Si hubieras estado solo allí aquel habría sido tu final, no habría manera de seguir avanzando y, finalmente, morirías de inanición...o te volverías loco. Tu pulso se aceleró ante aquella perspectiva tan desalentadora.

Por suerte no estabas solo, una voz surgió del otro lado. Era una voz apagada y tuviste que pegar la oreja para escucharla.

-¡Serghei! ¿¡Estás ahí!?-

@ Harold, Rejenih, Kalenden.

Rejenih trató de empujar el enorme pedrusco con todas sus fuerzas. Su flexión de rodillas era impecable y aprovechó su masa muscular con precisión científica. Pero todo aquello fue insuficiente. El enorme pedrusco se movió unos centímetros, o quizás fueron milímetros, para luego volver a quedarse quieto.

Aquello iba a ser demasiado complicado. Entonces Harold comenzó a hablar precipitadamente sobre grietas, hielo y congelación. No sería un mal plan si supierais como congelar el agua, como crear hielo en aquella cueva.

Era hora de continuar con el plan. Mientras, la puerta centelleo un leve segundo.

Todo el maldito camino era un interrogante tras otro. No sabía que había puesto en marcha, cómo me afectaría y en que momento lo haría. No sabía... hasta que llegué al final del camino con los pelos de punta atento a que un agujero salido de la nada me precipitase al vacío o tal vez algo peor. Pero lo que me encontré me hizo perder la esperanza, donde se debería de encontrar la entrada a la cámara de la puerta se hayaba un gran obstáculo. Parecía como si la pared se hubiese extendido por el hueco y lo hubiese rellenado. Una idea tras otra se iba descartando en mi mente haciéndo que la llama de la esperanza decreciese hasta desaparecer. Con la cara líbida tomé asiento frente a la única salida que conocía sin saber si el fin de aquel macabro juego terminaba ahí.

Rejenih escribió:-¡Serghei! ¿¡Estás ahí!?-

Me levanté con un resorte y grité. ESTOY AQUÍ, ATRAPADO. La chispa volvío a dar vida a la llama, seguían al otro lado y por lo menos Rejenih no parecía dolorido en su voz. ¡¡¿Estais todos bien?!! He quedado atrapado en el camino estrecho, la otra bifurcación no tenía salida y parece que he activado algún mecanismo por mi simple presencia. Aunque creo que he resuelto el enigma. Quizá con la solución se desbloquee el camino. Me baso en que hay que quitarle palabras a la frase para que de otra distinta. "Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras." Debe pasar a: "Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras." o algo similar. ¿Qué pensais? ¿Os atreveis a probar? Mi esperanza radicaba en que al resolver el enigma esta trampa se desactivase o que llegasen al final y se acordasen de mi al coger al demente que nos trajo hasta este maldito lugar.

ESTOY AQUÍ, ATRAPADO.

Era la voz de Serghei. Por suerte o por desgracia no se había matado en el otro pasillo. Por suerte porque podriamos intentar sacarlo de allí, por desgracia porque era probable que hubiera quedado encerrado de por vida, y si era así lo podiamos dar por muerto. Rejenih y Kalenden estaban allí, aun atontados por la impresión...

¡Despertad de una vez! Investigué la sala desesperadamente en busca de agua, o de cualquier líquido que sirviera de sustituto. Serghei había dicho algo mas, queria que solucionasemos el acertijo, pero con el atrapado no iba a servir ya de mucho.

Espera ¡No vamos a resolver el acertijo hasta que te saquemos de ahi!
El grito iba para Serghei, aunque resolver el acertijo no iba a levantar una losa colocada para castigar a quienes "rompian las reglas" de nuestro captor. En cualquier caso era posible que ya no funcionara.

¿¡Maldita sea nadie lleva una cantimplora con agua!? ¿A caso nos las habrá quitado tambien nuestro captor? Ni siquiera me había percatado de si nuestro captor nos había robado algo ams que las armas. Dirigí instintivamente mi mano al costado en el que solía llevar la bandolera.

No conseguí mover esa condenada roca. No es que estuviese atascada o algo por el estilo: simplemente pesaba demasiado. Solté una maldición por lo bajo, y algo como que si tuviera veinte años menos otro gallo cantaría.

Harold decía cosas extrañas sobre hielo, grietas y Hauffman. Tardé unos segundos en darme cuenta de que estaba proponiendo una forma que quitar la piedra de en medio.

-Ya me dirás tú como conseguimos agujerear la roca, por no hablar de donde sacamos el agu...

ESTOY AQUÍ, ATRAPADO.
-¿Serghei?-tuve que hablar de nuevo en voz alta, no creía que me oyese a media voz- Todos estamos bien, lo único es que ahora esta roca está...-empezo a soltar algo sobre el acertijo de la puerta¿Quitale palabras a la frase?¿Cómo? Están bien clavadas... - eso no importa ahora. O salimos todos o no salimos. Primero vamos a comprobar cualquier forma de sacarte de ahí, y en el peor de los casos puedes volver atrás, coger la comida de la habitación en la que despertamos... pero lo primero es...

Harold se apresuraba más de lo normal. Desde luego si fingía preocuparse por Serghei lo hacía muy bien.

-A mi me quitaron el saco en el que llevaba las armas, la comida, el dinero y todo lo demás... No tenemos agua a mano. ¿No tienes ningún poder que pueda ayudarnos a destrozar la roca? Aunque sea uno de esos que tardan una hora en funcionar, podemos esperar... Maldita sea, puedes crear armas de la nada. Lo hiciste con Serghei. ¿No puedes crear un cañón o algún tipo de artillería pesada? Le damos a Serghei unos minutos para correr y ya. ¿De que están hechas las armas que creas? ¿Nos podría servir? ¿O golpear la roca desde dentro? Algo habrá que podamos hacer, maldita sea...

El problema de derrumbarlo ahora mismo consistía en que el arma más efectiva que teníamos estaba en mis manos, y era una barra de hierro. Si tuvieramos las armas de verdad al menos podríamos hacer una grieta, pero no las teníamos. Ni tampoco agua, ni un método para congelarla. Empujarla había fracasado, y no había ningún acertijo inscrito en la roca.

Así que nuestra última esperanza era o la fuerza bruta o salir de aquí y encontrar fuera algún método. Pero a a saber si podríamos volver... no, no podíamos arriesgarnos a perder a Serghei... y muchos menos que muera de hambre encerrado como una rata.

Grrrrrr... Ni caso, el loco que nos había metido allí dentro no hacía ni caso. Habría que encontrar alguna manera de cargarse ua roca de 1000 toneladas o romperse la cabeza con un enigma estupido y sin sentido. O las dos cosas, de hecho probablemente las dos cosas.

Maldito sitio, Gehena era más tranquilo que esto, por lo menos de los fantasmas y los demonios ya te esperas no entender nada... Juro que alguien va a perder unos cuantos dientes por esta...

ESTOY AQUÍ, ATRAPADO.

-¿Uh? ¿Serghei? ¡Maldita sea, se te oye jodidamente mal! ¡Quédate aquí, vamos a encontrar una manera de darle una buena patada en el culo a este pedrusco!

Gabriel parecía hasta preocupado, a lo mejor le importaba Serghei o se había enamorado de el o le debía dinero... En fin, al menos no parecía contento de tenerlo separado de nosotros, y eso qué Serghei había intentado rajarle. Una buena señal. Y sin embargo eso no era lo que necesitabamos, necsitabamos soluciones. Sí, sí, de esas que requieren pensar. Y pensar es odioso, tanto que siempre he intentado que lo hagan otros... Pero a los otros no se les ocurría nada. Todas sus ideas parecían tener puntos flacos.... y el punto flaco de mi idea recaía en su inexisténcia.

-Yo tampoco no llevo agua, nos quitaron todo al parecer. De hecho me extraña ue no vayamos en pelota picada... En quanto a los poderes... los míos sólo sirven para el fuego, y la piedra no prende. No sé si Gabriel podrá hacer muchas más cosas además de las que ha hecho hasta ahora... pero desde luego nos iría de puta madre algo así como un poder para hacer explotar rocas.

Los tres habían hablado y no parecía que estuviesen en apuros. Si descontábamos del asunto lo de estar en un laberinto de acertijos con un chalado como director. Por los murmullos que llegaban hasta suponía que habían decidido darle prioridad al pedrusco en lugar del acertijo. Me maldije una y mil veces por no seguir las reglas del juego, pero me aseguraría la próxima vez de conseguir el manual por adelantado. APENAS OS ESCUCHO, HABLAD MÁS ALTO. No, eso no era lo importante. EL ACERTIJO, TAL VEZ SUBA LA PIEDRA AL IGUAL QUE SE HA BAJADO. Dudaba de esta solución, pero quería que se centrasen en él. Desde su punto de vista el atrapado era yo, pero si no habrían la puerta ellos estarían tan atrapados como yo, la única diferencia sería un muro de distancia. LAS PALABRAS, AL PRESIONAR LAS LETRAS LAS ELIMINAS DE LA FRASE QUEDANDO UNA DISTINTA. SI RESOLVERLO NO ME SACA DE AQUÍ SIEMPRE PODEIS COGER AL PERRO QUE NOS METIO AQUÍ, DARLE UN PAR DE PALOS Y OBLIGARLE A SACARME DE AQUÍ.

Con la sensatez y su sentido del deber Rejenih no me dejaría allí, pero ahora le había dado una opción que ponderar aparte de destrozar una roca diseñada para no ser un obstáculo insalvable. Kalenden me imaginaba que se sentaría maravillado de coger al que nos metio aquí y "" con él, tan solo esperaba que la presencia de Rejenih y Harold evitase que se "rompiese el juguete" antes de tiempo. Y Harold tenía esa brujería de su parte que no sabía que hacía exactamente, pero si había sobrevivido hasta ahora, con esa actitud podría pasar los obstáculos de algún modo. Solo necesitaba que trabajasen juntos y en una misma dirección. YO TENGO AÚN TODA LA COMIDA QUE SOBRÓ EN EL SÓTANO, VOSOTROS SOLO TENEIS LO QUE LLEVAIS ENCIMA Y SOIS TRES BOCAS QUE ALIMENTAR. RESOLVER EL ENIGMA, COGED AL RESPONSABLE Y SACADME DE AQUÍ. ¿Había esperanza en que siguiesen las instrucciones antes de que algo horrible me pasase aquí abajo?

Escuché lo que decía Serghei. Resolver el enigma, encontrar al cabrón responsable y apalearlo hasta que cantara y pudieramos saber cómo sacar al compañero de allí, así como a nosotros mismos. Me gustaba.

Sí, sí, esos son los planes que me gustan. Simples, efectivos y fáciles de hacer para un servidor.

Miré a mis compañeros para hablarles, yo estaba muy convencido de qué tenía que hacer.

-Yo creo que tiene razón, gente, y si lo propusiera uno de nosotros sería feo, pero haiendolo propuesto el mismo no tenemos excusa alguna para evitar hacer lo más razonable. No sé vosotros, pero yo voy a hacerlo, voy a resolver el enigma como Serghei dice y luego aretaré del cuelo al mamón que montó esto hasta que nos diga como podemos salir los cuatro. ¿HAS OÍDO, SERGH? ¡AGUANTA AQUÍ, PRONTO VAMOS A RAJAR A ESE CABRÓN PARA OBLIGARLE A QUE TE LIBERE!

Así pues, me dirigí hacia las palabras de la puerta de hierro.

"Un gran tesoro aguarda tras el gélido metal y solo si cambia la meta lograras."

Sí... esa maldita y condenada frase... ahora que me había enseñado como, iba a demostrarle quién mandaba. Sólo era questión de lograr que dijera "Aguarda tras el gélido metal y la meta lograrás", según Sergh, pulsando las letras que no quería. Y así lo hize...

@ Grupo

Kalenden se colocó frente a la puerta y pulsó una a una las teclas que Serghei había indicado. Tras apretar una se introducía en el interior de la roca desapareciendo de la frase. Todas las que apretó Kalenden se introdujeron desapareciendo sin que nada extraño pasara.

@ Rejenih

Botón tras botón el aura azulada tras las teclas de desvanecía de los apretados y se hacía más fuerte y brillante en el resto. De hecho te dio la sensación de que algunas chispas saltaban desde las letras de las palabras que habían quedado. Aquello te resulto bastante extraño, pero poca información podías obtener de aquello.

@ Grupo

Todo quedó en silencio durante unos segundos y tras ello se empezaron a escuchar ruidos metálicos, retrocedisteis unos pasos a la espera de que cualquier cosa sucediera.

¡Click! la puerta se abrió desencajandose del marco de piedra. El primero en acercarse fue el norne. Sin preocuparse demasiado empujó el frío metal, en el interior solo había una pequeña obertura en la roca, de no más de 4 metros de ancho y 2 de profundidades.

No pasa nada... Me cago en la mierda, cómo Serghei se haya equivocado juro que voy dejarlo allí tirado detrás de esa puta roca.

Sin embargo decidí esperar, últimamente me encontraba en muchas situaciones en las que teóricamente no pasaba nada y luego pasaba algo gordísimo. Demasiadas...

Y en efecto, fue questión de tiempo que algo sucediera. Empezarona oirse desde la puerta unos extraños sonidos metálicos. Aquello me daba mala espina...

A ver si esto va a explotar porque me he equivocado...

Pero no explotó y, de hecho, demostró que habíamos elegido bien. Con un sonoro click, la puerta de metal se desencajó de la pared.

Bingo... El ganador, de nuevo, es Kalenden... bueno, y tres tipejos que van con él.

Aparté aquel trozo de metal de mi camino y metí las narices paraver qué era aquello por lo que habíamos tenido que rompernos tanto la cabeza. Y era... Me cago en la puta, era NADA.

-¡AAAAAARRGH! ¡Jodidas letras, jodida puerta y jodida sala vacía! ¿Qué coño significa que no hay nada?

Estuve a punto de entrar en cólera allí mismo y destrozar algo. De estar armado, posiblemente no habría resistido la tentación. Pero finalmente llegué a la conclusión de que no podía no haber nada. Seguro que había algo, escondido de alguna manera.

Sólo había que bsucarlo, sí, sólo había que buscarlo con calma y sin perder los nervios...

Kalenden escribió:¿HAS OÍDO, SERGH? ¡AGUANTA AQUÍ, PRONTO VAMOS A RAJAR A ESE CABRÓN PARA OBLIGARLE A QUE TE LIBERE!

Esa fué la única respuesta que obtuve tras mi explicación. La voz era de Kalenden y si tenía alguna duda su contenido era más que revelador para identificar a quien hablaba. ¿Porqué diablos me llama Sergh? Era la primera vez que se refería a mi persona por ese diminutivo ¿Era la tensión del momento? No tenía ni idea de como funcionaba la mente de ese extrangero venido de un pais rumbo a occidente, pero esperaba que en su jerga no fuese alguna manera de mostrar piedad a alguien que se enfrentaba a una muerte segura. Por otro lado tanto gritar estaba haciendo que notase caliente la garganta y me picase, el frío y la humedad de aquellos pasadizos me la querían jugar. No sería el primero que enfermase y muriese por no llevar abrigo adecuado, debía mantenerme activo hacer algo mientras que me sacaban de aquí. Antes de que pudiese decidirme por una actividad algo llamó mi atención.

Kalenden escribió:-¡AAAAAARRGH!

Un grito, era Kalenden otra vez. Había ocurrido algo. ¿Tal vez el acertijo no era así? ¿O tras la puerta había algo peligroso? ¿Quizá se había activado algún otro mecanismo? Las dudas me atenazaban y solo tenía una manera de resolverlas. Golpee el muro varias veces con la empuñadura del arma para tratar de llamar la atención de los que vagaban al otro lado y... ¿QUE PASA? ¿PORQUÉ GRITAS? ¿QUE OCURRE? Mi tono estaba lleno de alarma.

-Serghei ha hecho algo mal, supongo que sin darse cuenta. Tenemos que quitar esto de en medio, rápido. Voy a intentar... Gabriel, si puedes empujarla hacia aquí dentro para que podamos pasar, avisa y me apartaré. Si no, intentaremos arrastrarla hacia delante entre todos. Podríamos usar el agujero que ha dejado para hacer una palanca, pero será bastante engorroso usarla por todo el camino, así que sólo como última opción. Y rápido, quien sabe que puede estar ocurriendo ahora.

La voz de Rejenih me sonaba entonces como la de un chiquillo qe exige mas golosinas, o como la del noble avaro exigiendo una compensación a su rey. No lo entendía. Hasta mi don (o mi maldición) tenía sus limitaciones, y si se traspasaba ese limite el castigo era la muerte.

Si fuera tan sencillo como crear un cañón ya lo habría hecho, si fuera tan sencillo como destrozar a golpes la roca Serghei estaria ahora mismo aqui con nosotros. No lo entiendes Rejenih: todo poder tiene un precio y un limite, y el mio no es una excepción. Todo aquel que exceda dicho limite ha de pagar un precio, y con demasiada freqüencia este es la muerte.
Dirigí la mirada a Kalenden que gritaba furioso

¿HAS OÍDO, SERGH? ¡AGUANTA AQUÍ, PRONTO VAMOS A RAJAR A ESE CABRÓN PARA OBLIGARLE A QUE TE LIBERE!

El enfado de Kalenden era mas que comprensible. Habiamos conseguido abrir la puerta, pero el resultado parecía esteril. Sólo parecía haber un nicho.¿A caso esto es la broma pesada final del desgraciado que nos ha encerrado aqui?. Me acerqué al pasillo, bloqueado y con Serghei atrapado al otro lado, costaba escucharle pero se podía entender que decía...

¿QUE PASA? ¿PORQUÉ GRITAS? ¿QUE OCURRE?

El grito de Kalenden lo debía haber alterado, Serghei podía estar temiendo lo peor...

¡NO PARECE HABER SERVIDO DE NADA! ¡SOLO HAY UNA OBERTURA SIN SALIDA!

El tono de voz era de amarga resignación. Por muchos retos que pareciera que superaramos siempre había un nuevo acertijo, o un callejón sin salida. Aquello no podía acabar así. tenia que haber una maldita salida en algun lado, y si no era así la haría a golpes si era necesario Tal vez lo del agujero en la roca tenga trampa... será mejor acercarse a investigarlo mas detenidamente. Me dirigí a paso rapido hacia la obertura. No era el mejor momento para desesperarse y dudaba de que nuestro captor decidiese dejar el juego así, inconcluso.

Dejame pasar Kalenden, voy a ver que hay dentro...De todas formas tampoco debemos resignarnos a permanecer en esta ratonera. Además no creo que el que nos haya capturado nos haya dejado ir tan lejos simplemente para dejarnos en esta ratonera...O eso espero al menos...

Entré en aquella falsa salida, que recordaba lijeramente a aquellas criptas mal talladas en la roca tipicas en iglesias y templos de los yermos gélidos. Si había otro acertijo solo podía estar ahi dentro.

Ninguno de los métodos que teníamos a nuestra disposición parecían funcionar. Y Serghei seguía preocupandose, obsesionado, con el enigma.

Maldita sea, es tu vida la que está en juego. ¿No te importa que es posible que no podamos volver? Nosotros no tenemos prisa, pero tú deberías tener como mínimo miedo.

Me debatía entre halagarle por su bondad y preocupación por nosotros y su capacidad para mantener la calma o despreciarle por ser temerario y actuar de forma algo estúpida.

Por ahora nuestros planes brillaban por su ausencia. Nos habían desarmado y todo. Los poderes de Harold no servían ahora, al parecer sólo podía crear armas simples. Y una piedra así... ni con el hacha de Kalenden podríamos echarlo abajo. Y moverla del sitio quedaba descargado incluso entre todos.

¿Y si ese hombre no quiere sacarle de aquí, qué?

Concluí que lo mejor era agarrarse a la oportunidad que teníamos por ahora. Enfurruñado observé como Kalenden resolvía el acertijo y la pared se movía de nuevo. Y luego... sus gritos.

¿Maldita sea, cómo que nada?

Tuve que agacharme para poder pasar, y había poco espacio debido a tener a Gabriel y Kalenden en medio. Registré todo, a la desesperada, buscando una trampilla, mirando incluso el techo, sospechando incluso que esto estuviera cerrado por el mismo mecanismo que encerró a Serg.

Pero no había nada.

Pasé unos segundos callado, con la mirada vacía, y la menten en blanco. Por una vez no sabía que hacer, ni que pensar si quiera. Estabamos encerrados, con escasos metros de distancia. Los cuatro.

Golpeé con furia la pared más cercana con el puño. Me hice daño, pero me dió igual. Entonces se me ocurrió una posibilidad.

-¡AQUEL QUE NOS HAYA ENCERRADO AQUÍ, QUIÉN QUIERA QUE SEAS! ¿ESTÁS AHÍ? ¡SÉ QUE PUEDES OÍRNOS, LO DE LAS VELAS SE ACCIONÓ CON NUESTRA VOZ! ¡¿QUE (puñetas, demonios, cojones) QUIERES AHORA?!